Capítulo 125: Me Debes un Favor, ¿Cómo Vas a Devolverlo?
Lucía no pudo evitar encontrar cómica la situación. Siendo la única princesa de la familla Valenzuela en Guadalajara desde la desaparición de aquella chica, nunca habla experimentado que alguien intentara sobornarla con dinero.
-¿Cuánto me vas a dar? -preguntó con un deje de burla.
Luna la evaluó con la mirada, a regañadientes.
-Veinte mil. Solo tienes que mantenerte fuera y decir, si alguien te pregunta, que también viste a mi prima Aitana ser empujada por esa mujer Valentina. Solo es decir una frase, veinte mil es un buen trato para ti.
Lucía escuchó en silencio, sin dar una respuesta inmediata. Al no recibir una negativa de su parte, Luna asumió que había aceptado. ¿Quién rechazaría veinte mil pesos que caen del cielo?
-Toma, este es mi número. Haz lo que te he dicho y te daré el dinero -dijo Luna, prefiriendo pagar después de asegurarse de que Lucía cumpliera su parte.
Luna entró a la comisaria y Lucia sonrió con desden.
-Veinte mil pesos… ¡Qué generosidad!
Sin embargo, estaba considerando si seguir o no el consejo de esa mujer. Después de todo, Valentina no solo parecía conocer a Alonso, sino que también tenía una relación cercana con
Santiago.
Lucía observó a Santiago desde la distancia. A pesar de la lejanía, podía percibir su ansiedad y preocupación. ¿Quién era realmente Valentina? Al recordar el nombre «Querida» en el teléfono de Santiago, su rostro se ensombreció y se volvió pálido. ¿Era ella?
Inconscientemente, apretó el número de teléfono en su mano.
En la comisaría, Santiago y Alonso estaban sombríos. La falta de cámaras de vigilancia en el baño y los testigos acusando a Valentina complicaban enormemente la situación. Diez minutos antes, el hospital habia informado que Aitana había perdido el bebé. Valentina enfrentaba al menos una detención. Sin embargo, ninguno de ellos creia que Valentina fuera la culpable, pero carecían de pruebas para demostrar su inocencia.
De repente, Alonso recordó a Lucía.
-¡Lucía estaba en el baño, quizás lo vio!
Santiago frunció el ceño. No había notado a nadie más cuando llegó, centrado únicamente en
#15 BONOS
A pesar de la relación competitiva entre Alonso y Lucia en los asuntos familiares, la situación era distinta para Santiago. Lucia siempre habia estado enamorada de Santiago, un secreto a voces en Guadalajara. Incluso su decisión de divorciarse parecia estar motivada por su amor no correspondido hacia Santiago.
Alonso miró a Santiago, sugiriendo implicitamente que él debería hablar con Lucia. Santiago. regañadientes, sacó su teléfono y llamó a Lucia.
En la escuridad de la noche, Lucía enfrentó a Santiago con un sentido de urgencia que nunca
antes habia sentido. Sabia que Valentina era especial para él. Al acercarse Santiago, Lucia sabia
lo que iba a pedir.
-Viste lo que paso. ¿verdad? -preguntó Santiago con urgencia.
-Si, lo vi–respondió Lucia sin ocultar nada.
-No fue Valentina quien la empujó! -afirmó Santiago con convicción.
Lucía se enfrentó a su mirada.
-¿Asi que vienes a pedirme que testifique? ¿Me estás pidiendo un favor?
Santiago truncio el ceño, dispuesto a pedirle el favor si eso significaba salvar a Valentina. Pero
antes de que pudiera hablar, Lucia sonrió.
-Tranquilo, testificaré por ella. Pero recuerda, me debes un favor. ¿Cómo piensas pagȧrmelo?
Santiago se quedó sin palabras ante la actitud juguetona y expectante de Lucia.
Mientras tanto, en la comisaria, Valentina acababa de salir del interrogatorio cuando Noah llego lleno de ira. Se lanzó directamente hacia Valentina, levantando la mano para golpearla. Valentina, reaccionando a tiempo, logró esquivar parcialmente, pero el golpe desordenó su cabello. Antes de que Noah pudiera intentarlo de nuevo, Alonso intervino, agarrando su mano.
Incapaz de liberarse, Noah gritó a Valentina.
-¡Eres una desgraciada, una asesina! ¡Te haré pagar!
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