Capítulo 136: Fingiendo Estar Borracho
-Oye, despierta…
Valentina empujó varias veces intentando liberarse del brazo y la mitad del cuerpo que la oprimian, pero cada intento fue en vano.
Por un momento incluso pensó que él lo hacía a propósito, pero al verlo con los ojos cerrados y el aliento a alcohol, parecia realmente estar inconsciente.
Tras varios intentos, Valentina se rindió y simplemente cerró los ojos, quedándose dormida poco después.
Solo cuando el ritmo de su respiración se volvió regular, Santiago se atrevió a abrir los ojos. Su mirada era clara y nitida, nada parecido a la de alguien borracho.
Todo habia sido una farsa; parecia ser la única manera de quedarse a su lado, aunque fuera por
un momento.
Al día siguiente, Valentina despertó para encontrar a su esposo a su lado, con ella recostada en su brazo.
Por un instante, sintió la ilusión de ser una pareja normal. Pero rápidamente fue sacada de sus pensamientos por el sonido de su teléfono móvil.
Cuidando de no despertar a Santiago, tomó el móvil de su bolso y se alejó sigilosamente de la habitación para responder la llamada.
-Valentina, ¿por qué no hablas? ¿Te has quedado muda?
La voz impaciente y enojada de Marc la sacó de su asombro. Había olvidado revisar quién llamaba en su apuro. Al darse cuenta de que era Marc, su mirada se heló. Estaba a punto de colgar cuando él advirtió con amenaza:
-Si te has quedado muda, no importa, pero debes estar frente a mi en una hora o no me responsabilizo por lo que pueda suceder en el aniversario de la muerte de tu madre.
Marc colgó, dejando a Valentina con el teléfono en la mano, luchando por contener su furia. Sabia que si no seguia las instrucciones de Marc, él podría arruinar el aniversario de la muerte de su madre.
-Una hora…
Se apresuró a prepararse, dirigiéndose a la entrada de la casa, donde la voz de Santiago la detuvo:
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-¿A dónde vas?
Valentina, que acababa de levantarse de la cama, lo habla despertado también. Mientras Santiago yacia en la cama, sintiendo el calor que Valentina habla dejado atrás, se sentia inusualmente satisfecho.
Tenia la intención de preparar el desayuno, pero al verla salir apresuradamente, temió que ella intentara escapar una vez más, llenándolo de un sentido de pérdida.
Se acercó rápidamente a ella, tomándola del brazo.
-Espera, desayuna antes de irte.
-Pero no tengo tiempo.
Respondió Valentina, su mente llena de la advertencia de Marc. Se dirigia a la casa de los jardines, lugar donde seguramente estaría Marc a esa hora. Tenía que apresurarse para llegar
desde Villa de Los Pinares.
Liberándose de la mano de Santiago, salió rápidamente. Santiago, de pie en el lugar, miró con
tristeza su mano vacía, sintiendo una profunda sensación de pérdida.
Cuarenta minutos después, Valentina llegó a la casa de los jardines. Antes de entrar, ya podia
sentir la atmósfera opresiva dentro.
Marc, Alicia, su tia Soraya, Noah y doña Lucinda estaban allí, sentados en la sala como si fueran
un tribunal.
Valentina sabía que estaban allí por el asunto del aborto de Aitana y sospechaba que la culpaban
a ella.
Marc la llamó con voz fria. Ella entró sin timidez, sentándose en un sofá vacío.
Su actitud provocó aún más la ira de los presentes
Soraya, aludiendo a su falta de modales y haciendo un comentario sarcástico sobre su relación
con Noah y Aitana, la acusó de ser responsable de la situación actual.
Valentina, con una sonrisa desafiante, respondió con dureza, recordándole a Soraya los fracasos
sentimentales de Luna.
La tensión en la habitación aumentó cuando Valentina, sin temor, enfrentó las acusaciones y los
insultos de su tía y su padre, demostrando que no se dejaria intimidar fácilmente.
Capitulo 137: La Verdad sobre la Infidelidad Pasada
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Al entrar a la casa, Valentina ya sabia que la hablan convocado para atacarla en conjunto. Podia
someterse o contraatacar.
Optó por lo segundo, y si iba a hacerlo, no pensaba tener piedad. Su descarga inesperada dejó a
todos con la cara verde de ira.
Noah fue el primero en estallar:
-Valentina, ¿a quién llamas desecho?
Alicia, apretando los puños con frustración, tiró discretamente de la manga de Marc:
-Marc, mirala, ¡cómo se atreve a hablar asi de Aitana! Aitana está arriba, todavia recuperandose de su gran pérdida. Si oye a alguien hablar asi de ella, seguro se sentirà aún más herida.
Marc, que no podia soportar ver a su querida hija Aitana triste, deseaba poder abofetear a Valentina en ese mismo instante. Pero recordando el objetivo de la reunión, contuvo su ira:
-Valentina, sabemos lo que pasó en el museo. Aunque fue Luna quien accidentalmente derribó a Aitana, tú eres la causa raiz de todo. Asi que debes hacerte responsable del aborto de Aitana.
Valentina, con un tono de incredulidad, replicó:
-¿Están seguros de que conocen todos los detalles?
Marc, sintiendo una pizca de culpa, la miró furioso:
-El punto es que Aitana resultó herida, así que debes asumir la responsabilidad.
Valentina, con un levantar de cejas desafiante, preguntó cuál era exactamente su
responsabilidad en todo esto. Marc, mirando hacia el piso superior dontle estaba la habitación de
Aitana, dijo:
-Ve y pidele disculpas a Aitana.
Valentina se sorprendió con la demanda, pero antes de que pudiera responder, se escuchó una
VOZ:
-Papȧ…
Todos dirigieron su mirada hacia la puerta del segundo piso, donde Aitana apareció en la entrada
de su habitación, vestida de blanco y visiblemente pålida.
Noah fue el primero en correr hacia ella y la tomó en sus brazos, preocupado por su estado de
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Pero Valentina, instintivamente alerta, sospechó que Aitana tramaba algo.
Como era de esperar, a pesar de la insistencia de Noah, Allana descendió las escaleras y se arrodillo dramáticamente frente a todos. Su acto dejó a los presentes en shock.
Aitana, con lágrimas en los ojos, rogó a Valentina que la perdonara, pidiendo dejar atrás los malentendidos y empezar de nuevo como hermanas y una familia.
Valentina, viendo a través de la actuación de Aitana, respondió con sarcasmo y se unió a la farsa, fingiendo aceptar sus disculpas.
Doña Lucinda, observando la escena, alabó la actitud de Aitana.
Pero Valentin
Pero Valentina no tardó en contraatacar, insinuando que Aitana y ella tenían una conexión de
sangre, lo cual provocó una reacción inmediata de Marc, quien insistió en que no había tal
relación.
La tensión aumentó cuando Marc amenazó a Valentina para que retractara sus palabras.
Valentina, desafiante, aceptó hacerlo, pero de una manera que solo aumentó la ira de Marc.
doña Lucinda, observando atentamente, comenzó a sospechar la verdadera relación entre Aitana
y Valentina.
Justo cuando Marc parecía perder el control, doña Lucinda se levantó y se acercó a Aitana,
decidida a descubrir la verdad.
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