Capitulo 141: Hacer Infeliz a su Mujer Tiene un Precio
-Si, fuiste tú quien dicto y presionó tu mano en el acuerdo, ¿dudas que lo haya falsificado?
Santiago habló con un allsbo de tristeza en sus ojos.
Te dije que hablarlamos del acuerdo cuando estuvieras sobria, pero aún así dudas de mi. Está blen, si no lo reconoces, podemos romperlo. Aunque no tengamos un acuerdo, igual te ayudaré
Santiago tomó el acuerdo de las manos de Valentina. Su hermoso rostro mostraba una profundal herida, como si Valentina realmente lo hublera acusado injustamente. Al ver esto, un sentimiento de culpa surgió en Valentina, sintiéndose como si hubiera cometido un gran error.
Él solo quería ayudarla, pero ella segula dudando. Además, con la demanda de mil millones de dólares de Altana, realmente necesitaba el dinero. Quizás las cosas eran como él decía, que ella habla insistido en hacer el acuerdo.
Cuando Santiago estuvo a punto de romper el acuerdo, Valentina lo detuvo de repente:
-Espera…
Santiago la miró con ojos heridos y una chispa fugaz de astucia. Valentína rápidamente recuperó el acuerdo, luciendo algo incómoda:
-Es que… no dudaba de ti a propósito, solo que… fue muy repentino.
Viviendo bajo el mismo techo como marido y mujer, había un temor y una inquietud inexplicables en su corazón, temerosa de preocuparse cada vez más por él. Con el tiempo, si no podia
proteger su corazón, seguramente no terminaría bien. Valentina también lucía triste.
Santiago notó su expresión y pensó que ella todavía no queria estar con él. Pero no importaba. Mientras él estuviera a su lado, algún día ella se enamoraría de él y no podría vivir sin él. Santiago guardó una copia del acuerdo en su bolsillo, como si fuera un tesoro.
Valentina lo observaba en silencio cuando de repente sonó su teléfono. Al ver el nombre “Marc>
en la pantalla, frunció el ceño. Contestó la llamada y la voz de Marc sono:
-Hoy es el último día, ¿ya lo pensaste bien?
Valentina apretó los puños Inconscientemente. Sin obtener respuesta, Marc continuó amenazando:
-Sé que has estado yendo al cementerio estos días, pero ¿puedes protegerte siempre? Además, para perturbar la paz de tu madre, no es necesario mover su tumba, basta con saber su fecha de nacimiento…
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-¡Callate!
Valentina no pudo soportarlo más y gritó enfurecida. Aunque no creía en supersticiones, tenía respeto por lo sobrenatural. No permitiría que Marc hiciera esas cosas. Con rabia, colgó el
teléfono.
Sin perder tiempo, Valentina manejó su teléfono y en poco tiempo, mil millones de dólares fueron transferidos en varias transacciones. En el otro extremo del teléfono, en la villa de la familia Lancaster, Marc observaba emocionado la Información de las transacciones entrantes.
-¿Qué te hace tan feliz, papá?
Marc estaba hablando por teléfono y Aitana estuvo alli todo el tiempo. Al verlo emocionado mirando su teléfono, sabía que el dinero de Valentina había llegado. Pero ella fingió no importarle.
Marc rio a carcajadas:
-El dinero de Valentina llegó, mil millones de dólares, ni un centavo menos. No pensé que
tuviera tanto dinero.
Aitana también se sorprendió.
Después de que don Mendoza subastara las joyas, Valentina recibió mil millones de dólares. Con el reciente problema financiero de Starlight Joyas, Valentina también debió haber contribuido. Pero aún así, pudo sacar mil millones de dólares. ¿Sería de don Mendoza?
Este pensamiento trajo un malestar a Aitana.
-Aiti, estos mil millones de dólares son tu dote, quédatelos -dijo Marc generosamente.
Aitana siempre había pensado que ese dinero le pertenecía, por lo que naturalmente debería quedárselo. Pero aún así, se hizo la desinteresada y rechazó la oferta:
-No es necesario, papá, normalmente no uso mucho dinero. Ese día le dije a mi hermana que ese dinero debería ser mio, quería que se lo diera, después de todo, usted la crio, ella debería ser agradecida.
Marc estaba contento de verla tan considerada y preocupada por él.
-Todo lo mío es tuyo, quédate con estos mil millones -dijo mientras transferia el dinero, sin notar la sonrisa fria y triunfante en los ojos de Aitana.
Mientras tanto, después de completar la transferencia, Valentina se sintió aliviada, pero también llena de ira y frustración. Santiago había visto todo lo sucedido. Curioso sobre la razón por la
que
Valentina necesitaba el dinero, llamó a Thiago mientras ella transfería los fondos:
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-Averigua a dónde fueron los fondos de la cuenta de Valentina.
Unos minutos después, Thiago le devolvió la llamada:
-Señor, los mil millones de dólares de la cuenta de la señora fueron a la tarjeta de Marc.
Marc… Una frialdad se condensó en los oscuros ojos de Santiago.
Mirando la cara pequeña y frustrada de Valentina, Santiago sintió una gran compasión:
-Vigila.a Marc, ¡quiero verlo esta noche!
No sabia qué método había usado Marc para hacer que Valentina, aunque a regañadientes, entregara mil millones de dólares.
Pero al final, Marc había hecho infeliz a su mujer. ¡Y hacer infeliz a su mujer tiene un precio!
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