Capítulo 22 El amor secreto
Después de salir de la oficina de Gabriel, la mente de Valentina estaba completainente en caos y no lograba calmarse.
Gabriel le había revelado que su madre le había dejado un testamento secreto, pero solo podría leerlo después de heredar la empresa. Su madre había hecho todos los arreglos como si supiera que moriría en un accidente.
Ahora, la existencia de este testamento secreto aumentaba las sospechas de Valentina. ¡La verdadera razón detrás de la muerte de su madre no podía ser tan simple como la palabra “accidente“!
Mientras pensaba en eso, su teléfono sonó. Era una llamada de su mejor amiga,
Cira.
Al contestar la llamada, escuchó la voz preocupada de Cira:
-Valen, ¿estás bien? Lo siento, he estado ocupada con los ensayos y
presentaciones de la compañía de baile y me quitaron el teléfono. Hasta ahora me enteré de tu situación. ¿Cómo pudo Luna hacer algo tan sucio y divulgar tus asuntos personales por todas partes? Si estuviera a tu lado, ¡definitivamente le cosería la boca!
La noticia de que Valentina estaba involucrada con un hombre y había sido expulsada de casa se había difundido ampliamente en el grupo de chat de exalumnos de la preparatoria. Pero Cira no creía que Valentina fuera capaz de hacer algo así. Debía haber razones ocultas detrás de todo esto.
.Valentina no respondió, lo que hizo que Cira se preocupara aún más y dijera
apresuradamente:
-Pobrecita, ¿estás bien? No me asustes, ¡voy a pedir unos días libres y regresar a la ciudad de Coralia para acompañarte!
En realidad, Valentina estaba conmovida por la preocupación sincera. Temiendo que Cira realmente dejara su trabajo para acompañarla, se apresuró a responder:
No, no, no hace falta. Estoy muy bien. No soy yo quien está mal.
Al recordar la patada que le dio a Noah, sintió una gran alegría en su corazón. Explicó brevemente a Cira lo que había sucedido entre Aitana y Noah.
-Qué par de sinvergüenzas… -insultó Cira indignada.
De repente, cambió de tema:
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-Valen, ¡mi hermano ha regresado a Coralia!
¿Izan Ramos?
Cuando todavía estaba sorprendida por la noticia, escuchó las risas maliciosas de Cira, diciendo:
-Valen, ahora que estás soltera y mi hermano también lo está, ¿qué te parece si forman una pareja?
Valentina se quedó atónita durante un buen rato y respondió:
-¡No bromees!
-No estoy bromeando. En la preparatoria, tenías un amor secreto por él, ¿ verdad? Si no fuera porque mi hermano se fue al extranjero, con tu encanto, ¡ya lo habrías conquistado! ¡Cómo es posible que el afortunado fuera el perro de Noah?
Las palabras de Cira le recordaron a Valentina los momentos hermosos de su adolescencia. Sin embargo, al siguiente segundo, el rostro sombrío de su “esposo No. 1” apareció en su mente.
Por cierto, Cira, me he…
Justo cuando estaba a punto de informarle a Cira sobre su matrimonio, un lujoso coche se detuvo frente a ella e interrumpió su conversación. La ventana se bajó y vio a la persona que estaba dentro. No pudo evitar exclamar:
-¿¡Izan!?
Izan estaba sentado en el asiento, vistiendo un traje casual y emanando un aura cálida como el sol primaveral. Agitó suavemente la mano para saludarla y dijo:
–Valentina, qué casualidad, te vi desde lejos. ¿Adónde vas? Te llevo.
Mientras hablaba, Izan bajó del auto y abrió la puerta del copiloto para Valentina.
Al otro lado de la llamada, Cira también escuchó vagamente la conversación y preguntó entrometida:
-Valen, ¿qué? ¿A quién has visto? Espera, es una voz de un hombre…
-Es… tu hermano -respondió Valentina rápidamente y de inmediato colgó la llamada, dejando a Cira desconcertada al otro extremo de línea pensando:
<<¿Mi hermano? Pero Izan acaba de llegar a Coralia hoy, ¿y ya se han visto tan rápido?»
Sin embargo, no sabía que el encuentro tan rápido no era una coincidencia. Tan
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partes. Después de buscar muchos lugares, finalmente la encontró aquí.
Frente a la mirada sincera de Izan, Valentina no rechazó la oferta y subió a su
auto.
Dentro del coche, el ambiente estaba un poco avergonzado.
Aunque ella había estado recibiendo pedidos de diseños a través de Izan, solo se habían comunicado por correo electrónico y nunca habían hablado por teléfono ni se habían visto en persona.
-Izan, muchas gracias por darme las oportunidades de ganar dinero -dijo Valentina, intentando a romper el silencio.
Mientras conducía, Izan mostraba una sonrisa radiante y respondió:
Debería agradecerte a ti. No te imaginas lo popular que es tu diseño en el extranjero. Incluso los famosos diseñadores del país F me preguntaban constantemente sobre la diseñadora señorita F y querían contratarte. Pero quiero reservarte como una joya valiosa para mí, así que nunca les di tu información.
Valentina percibió el matiz oculto en sus palabras, lo que hizo que sus mejillas se ruborizaran. Respondió apresuradamente:
-Estás solo bromeando, ¿verdad?
-No, no, no es una broma -respondió Izan seriamente-. Valentina, ven conmigo al país F. Con tu talento, te convertirás en una de las diseñadoras más destacadas del mundo, sin lugar a dudas.
