Capítulo 226
Alarmada, Olivia se apresuró a explicar: “Noté algunas lagunas después de leer esos documentos.
“Esa información no es suficiente para probar que mi padre asesinó a tu hermana. No hay pruebas ni testigos. Es sólo una especulación sobre el motivo de mi padre”.
Ethan empujó los platos fuera de la mesa.
La calidez de su rostro dio paso a la frialdad. Parecía ser el hombre de hace tres meses.
Antes de que Olivia pudiera explicar más su postura, él se levantó y la miró intimidantemente.
“Primero se le hizo una prueba de ADN a ese cuerpo. Era mi hermana.
“En segundo lugar, hice otra prueba de ADN entre el bebé en su vientre y tu padre. Estaban relacionados genéticamente.
“En tercer lugar, he investigado lo que le pasó a Leia antes de su muerte.
“Ya sea su historial de contactos u otros registros. Jeff era la persona con la que más contactaba.
“Por último, la última persona que conoció también fue Jeff. ¿Quién más podría ser aparte de él?
“Si exiges un testigo, ¿vas a pedir un milagro médico para que tu padre recupere la conciencia?
“¿O resucitar a los muertos para que ella pueda hablar por sí misma?”
Olivia estaba observando su expresión. Resultó que Leia siempre sería su tabú, sin importar lo que sucediera.
Ella pensó que había una mejora en su relación.
Sin embargo, parecía que ella no era alguien más importante que Marina para Ethan, y mucho menos Leia.
No quería revelar más la verdad, temiendo que regresara a ella como una cicatriz.
Él no simpatizaría con ella. Sólo asumiría que era un intento de limpiar el nombre de Jeff.
El desorden en el suelo era como una representación de los sentimientos genuinos que ella tenía por él en el pasado, así como de la desordenada vida matrimonial de Ethan.
Ella bajó la cabeza. “Confío en mi padre”. Ella no lo explicó más.
Sus palabras tocaron la base de su paciencia. Furioso, gritó: “¡Vete!”.
Olivia salió de la habitación y cerró la puerta de golpe.
Al final, su relación fue desafortunada.
Incluso sin la existencia de Marina, Leia siempre sería la espina clavada en su relación.
Olivia salió del hotel, mirando ese edificio alto.
Sabía que Ethan ya debería estar fumando en el balcón.
Debería estar allí solo en medio de la nube de humo, pero ella no podía verlo.
Esta vez se quedó solo.
Al mismo tiempo, Ethan contemplaba la concurrida calle.
Supuso que ella se había mezclado entre la multitud, así que trató de buscarla.
Pero se dio cuenta de que no podía discernir nada claramente bajo el cielo sombrío. Los edificios frente a él estaban brillantemente iluminados, pero la habitación detrás de él estaba oscura. De pie entre la oscuridad y la luz, estaba en agonía.
Ethan extendió las manos, tratando de hacer retroceder a Olivia.
Capítulo 22b
Sin embargo, no pudo agarrar nada del aire en absoluto.
Con pasos tambaleantes, entró en la habitación.
La oscuridad lo devoró lentamente como una bestia.
Ethan murmuró: “Liv, prometiste que no me dejarías. “Leia, lo siento. Llegué tarde.
“Kurt, fue mi culpa. Todo fue mi culpa.”
Cayó al suelo con un ruido sordo, abrazándose la cabeza.
Brent entró corriendo en la habitación y encendió las luces, sólo para ver un desastre.
Cuando notó que Ethan iba a cortarle la muñeca con un trozo de porcelana, corrió hacia allí. “Señor. ¡Molinero!”
Mantuvo a Ethan bajo control, pero los ojos de este último estaban vidriosos.
Ethan siguió murmurando algo en voz baja.
Brent gritó: “¡Kelvin, trae a la señora Miller de regreso aquí! ¡El señor Miller está enfermo!
Los ojos de Ethan recuperaron su enfoque ante la mención de Olivia.
Al mirar los pedazos rotos en el suelo y la sangre en la palma de su mano, se dio cuenta de lo que estaba haciendo.
“¡No la llames!” No quería que ella lo encontrara en un estado tan loco.
Brent suspiró. “Señor. Miller, visite al Dr. Lexington cuando esté libre. Si esto continúa, morirás”.
La comisura de los labios de Ethan se torció. “Brent, si muero, ¿podré conocer a Leia?”
“Entonces no podrá conocer a la Sra. Miller, Sr. Miller”.
