Capítulo 236
Marina, que podía leer muy bien la habitación, notó el disgusto de Ethan.
Ella dijo: “Ya veo. No sabía nada de eso”.
Era demasiado vago para explicarlo más y dijo: “Stephanie, puedes hacer tu trabajo”.
“Está bien, señor Miller”.
-Mientras Stephanie hacía la limpieza, Marina la observaba.
Teniendo en cuenta la vejez de Stephanie, Marina supuso que era casi imposible que Ethan tuviera una aventura con Stephanie.
Como idea de último momento, empezó a revisar su teléfono.
Mientras tanto, a Olivia la sangre le hervía mientras pensaba: “Olvídate de dejar que Marina se quede, ¿por qué dejó que el conserje limpiara la habitación? ¿Está intentando que me atrapen con las manos en la masa?
Aún así, le parecía extraño que Stephanie eligiera hacer la limpieza a esta hora.
Intentó observar a Stephanie, pero ésta estaba de espaldas a ella.
Era extraño que Stephanie llevara un sombrero de pescador ya que estaban adentro.
Cuando Stephanie iba a limpiar la estantería después de limpiar la ventana, Olivia se puso ansiosa.
¡Podría ser que la atrapen!
Inicialmente vino a la oficina para informar sobre el trabajo. Pero sería difícil limpiar su nombre si la descubrieran ahora mismo. Ansiosa, le envió un mensaje de texto a Ethan.
Al darse cuenta de que había bloqueado su número, Olivia le envió un mensaje por otros medios.
Su teléfono vibró sobre el escritorio. Parecía haberlo esperado, pero no le molestó.
Olivia estaba segura de que lo estaba haciendo a propósito.
Enojada, le envió diez mensajes, pero fue en vano.
Sin otra opción, llamó a su número. Sin embargo, simplemente miró su teléfono antes de
Olivia estaba muy furiosa, pero él actuó como si nada estuviera pasando.
Marina, que notó que algo andaba mal, lo miró. “Ethan, tu teléfono está sonando”.
Ethan activó el modo silencio. “No es nada. Sólo una llamada no deseada”.
ng los documentos nuevamente.
“¿En realidad? La gente se está volviendo desvergonzada estos días. Esa persona simplemente no deja de llamar. Te ayudaré con eso”. Ella claramente no se lo creía.
Ese era su número de contacto personal, que era información confidencial.
¿Cómo podría recibir una llamada no deseada de la nada?
Cerró el libro en sus manos y se acercó a él.
Antes de que ella llegara, él respondió la llamada. “Hola,”
“Deja de jugar conmigo”. Olivia bajó la voz.
Ethan se rió levemente. “¿No es divertido?”
Se estaba divirtiendo con la simple idea de que ella estuviera agitada en ese momento.
Después de todo, Olivia siempre le ponía cara inexpresiva. Había pasado un tiempo desde que ella lo enfrentó con otras expresiones.
Suspirando, Olivia decidió ceder. “Ethan, por favor. Deja de jugar conmigo”.
Su actitud cambió con la adición de esas dos palabras.
Ethan vislumbró a Marina que se acercaba. “Entiendo.”
Marina no pudo leer el nombre de la persona que llamó antes de que éste se quedara con su teléfono.
Perdiendo el interés de burlarse de Olivia, miró a Marina. “Acabo de recordar que tengo una reunión más tarde. Puedes regresar a casa primero”. “Esta bien. Puedo esperar-”
Antes de que pudiera terminar, llamó a Brent, quien pronto apareció por la puerta.
“Envíe a la señora Carlton a casa”, ordenó.
Así, fue expulsada a pesar de su irritación.
Aparte de ella, a Stephanie también se le ordenó abandonar la oficina. “Stephanie, puedes saltearte la limpieza por hoy. Ya puedes fichar.
Stephanie quedó atónita, pero pronto recuperó la compostura. “Bueno.”
Una vez que se cerró la puerta, arrastró a Olivia fuera de la habitación oculta y la colocó sobre su escritorio. “Olivia Fordham, este es el precio por provocarme”.
