Capítulo 334
Olivia se lo tomó con calma durante dos días más. Mientras su teléfono estuviera encendido, los mensajes de Chris seguirían llegando, así que lo apagó.
Se acostó en la suave y espaciosa cama mientras miraba el horizonte.
Aunque la isla era un gran lugar, seguía pensando en las palabras de Ethan. Se preguntó cuándo vendría él y la llevaría de regreso a la ciudad. Estaba ansiosa por volver.
Tuvo tiempo de esperar, pero no se podía decir lo mismo de Jeff. Ya casi era hora de su operación. Llamó a Ethan otra vez.
“¿Qué ocurre?” Ethan parecía cansado.
“Quiero volver ahora, Ethan”.
“Dame algo de tiempo. Iré a buscarte yo mismo”.
“Pero… quiero volver ahora”.
“Necesito más tiempo.” Ethan no podía dejarle saber lo que estaba haciendo. Sólo pudo garantizar su seguridad después de eliminar todas las amenazas en la ciudad.
“Pero si hay algo que tienes que hacer, puedes decírmelo”, dijo Ethan pacientemente.
Olivia no quería que mucha gente supiera sobre la condición de Jeff, así que no se lo contó.
“No es nada. Sólo estoy preocupado por mi papá. No he oído ninguna noticia sobre él”.
“Liv, él estará a salvo mientras no te muestres. Espérame en la isla”.
Ethan había hecho que sus hombres investigaran lo que pasó esa noche. Las personas que se llevaron a Jeff también parecían ser de Toxic Hive. No entendía por qué una organización enviaba dos grupos diferentes para el mismo trabajo.
Todo el asunto parecía estar envuelto en niebla. La verdad estaba ante sus ojos, pero Ethan parecía no poder comprender toda la historia.
Pensó en el limpiador que se encargaba de limpiar su oficina. Ella se preocupaba mucho por él. Una vez estuvo enfermo y le dolía la garganta mientras estaba en el trabajo.
La limpiadora lo escuchó toser y al día siguiente le trajo un poco de estofado, que según ella era bueno para los tres.
Ethan no tuvo el valor de rechazar su amabilidad, así que se lo bebió en el acto. Lo curioso fue que su tos cesó ese mismo día. Por lo general, se necesitarían al menos dos días para recuperarse, incluso con medicamentos para la tos.
Hubo muchos otros casos como este. La limpiadora se preocupaba por Ethan y no quería verlo herido.
Pero el cariño que mostró no fue el de un amor romántico. Se sentía más como el amor de un miembro de la familia. Por eso Ethan siempre había sido bueno con ella. Él nunca la menospreció a pesar de que era limpiadora.
Brent vio a Ethan fruncir el ceño y dijo: “Sr. Miller, se hace tarde. ¿Por qué no descansas un poco?
“Repasaré esto un poco más”.
Pensó que se había perdido algo.
“Señor. Miller, ¿por qué no aceptó los términos del Sr. Carlton? Son bastante beneficiosos para ti. La donación de médula ósea no afectará demasiado la salud de la señora Miller”.
“Pero me temo que ella podría sentirse triste, Brent…”
Ethan se pellizcó la frente y bajó la cabeza. Dijo suavemente: “No quiero lastimarla más”.
“Pero esta es una gran oportunidad para que usted rompa formalmente el matrimonio con la Sra. Carlton. Quizás nunca tengas otra oportunidad como ésta”.
Desde la perspectiva de Brent, la oferta de Chris no fue más que beneficiosa para Ethan. No esperaba que Ethan lo rechazara.
Capítulo 334
2/2
Incluso lo rechazó a riesgo de ofender a Chris.
“Lo que me une a Marina nunca han sido los Carlton”.
Fue su promesa a Kurt lo que lo unió. Había prometido cuidar de Marina por él.
“Señor. Molinero…”
“Dejemos de hablar de eso. Has algo por mi. Liv está ansiosa por volver. No tengo tiempo para lidiar con ellos lentamente”.
Brent dijo tímidamente: “Sí, señor Miller”.
Ethan miró hacia la noche. Reforzando su determinación, prometió compensar a Olivia por todo lo que había perdido.
En el hospital se estaba manteniendo una conversación.
“Señora. Carlton no está en muy buena forma, Sr. Carlton. Su condición se ha ido deteriorando muy rápidamente. Necesitamos obtener esa médula ósea lo antes posible”.
“Entiendo.”
Chris salió del consultorio del médico con el corazón apesadumbrado.
No esperaba que Ethan fuera tan cruel. Se había humillado mucho y prometido muchos regalos, pero Ethan se negó a ceder.
A ese paso, Chloe iba a morir.
Desesperado, regresó a la sala de Chloe. De repente, una persona con expresión ansiosa se topó con él.
La persona desapareció antes de que pudiera reaccionar. Notó que le habían insertado una tarjeta en el bolsillo de su pecho.
Miró la tarjeta y vio un mapa en ella. Se destacó una isla con un bolígrafo rojo.
