Capítulo 503
La mente de Olivia se quedó en blanco cuando vio a Jeff caer inconsciente. Ella gritó en estado de shock y se desmayó. “¡Liv!”
Ethan la llevaba en brazos mientras Brent cargaba a Jeff en su espalda. Rápidamente abandonaron el lugar.
Marina también estaba aturdida por lo sucedido. Ella no entendía cómo llegaron las cosas a esto.
Mientras veía a Ethan irse con Olivia en brazos, gritó: “¡Ethan, la ceremonia está por comenzar!”.
Tenía prisa por llegar hasta Ethan, pero sus piernas no podían soportar su peso. Cayó al suelo tan pronto como intentó levantarse.
El disfraz que llevaba no podía ocultar el lamentable estado en el que se encontraba, ni podía detener las palabras de las personas que la miraban.
Calista finalmente se dio cuenta de que había hecho un desastre colosal. Rápidamente fue hacia Marina y trató de ayudarla a levantarse.
“¿Estás bien, Marina?”
Marina la abofeteó fuerte. “¡Perra! ¡Mira lo que has hecho!
Calista sabía que lo que le había dicho a Ethan había sido inapropiado. Intentó frenéticamente explicar: “Lo siento, Marina. Estaba j-solo intentaba…”
Marina agarró a Calista por el cuello y le arrugó el encaje en el pecho.
“Si no puedo casarme, tú lo tendrás”.
Calista se desplomó en el suelo y murmuró: “¡Lo siento, lo siento! No sabía que las cosas saldrían
como esto.”
En el hospital, Olivia y Jeff fueron enviados a la sala de emergencias. Los resultados del diagnóstico de Olivia se conocieron rápidamente, pero Jeff fue llevado a un quirófano.
Chris intentó consolar a Ethan diciéndole: “No te preocupes, la señora Miller está bien. Ella simplemente se desmayó por el shock.
Los bebés también están bien”.
Ethan se frotó las sienes y dijo: “Estoy preocupado por papá. Es demasiado frágil”.
Olivia era igual. Si algo le sucediera a Jeff, ella también quedaría devastada.
Un médico salió del quirófano y Ethan inmediatamente se acercó a él.
“¿Cómo está mi papá, doctor?”
Capítulo 503
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antes de que pudiera recuperarse. Hicimos lo mejor que pudimos, pero la voluntad de vivir del paciente es débil. O abandonamos el tratamiento o lo enviamos a la UCI. Está fuera de nuestras manos ahora”.
Olivia todavía estaba inconsciente, por lo que Ethan tuvo que elegir por ella. Aunque sabía que una vez dentro de la UCI, se utilizarían diversas medidas que causarían daños significativos e irreversibles al cuerpo para mantener al paciente con vida, no tenía otra opción.
“Transferirlo a la UCI. Mantenlo vivo pase lo que pase”.
“Comprendido.”
Olivia quedó sumida en la oscuridad. Buscó en la oscuridad infinita pero no sabía lo que buscaba. Sentía que estaba a punto de perder a alguien importante para ella.
Buscó durante mucho tiempo pero no encontró nada. Se agachó en el suelo y empezó a llorar. De repente, cuando miró hacia abajo, se dio cuenta de que su cuerpo físico había regresado al de cuando era niña. Sus brazos y piernas eran diminutos.
Justo cuando estaba entrando en pánico, alguien le puso la mano en la cabeza.
La oscuridad comenzó a dispersarse. Una voz suave y familiar dijo: “No llores, Liv”.
La comprensión la golpeó. Había estado buscando a Jeff. Levantó la cabeza para ver al hombre que tenía delante. Tenía exactamente el mismo aspecto que hace diez años. Ya no parecía enfermizo ni frágil. Parecía que estaba en su mejor momento.
Jeff le sonrió cálidamente, tal como solía hacerlo.
“¡Papá!”
“Liv, lamento mucho que hayas tenido que pasar por tantos años de dificultades. Que es mi culpa. No te cuidé bien”.
“Eso no es cierto, papá. Me protegiste toda mi vida. Déjame cuidar de ti de ahora en adelante, ¿de acuerdo? Jeff miró hacia el cielo, con su sonrisa todavía amplia. “Liv, estoy cansada. Quizás no pueda aguantar”.
