Capítulo 201
Al salir del coche, llamó a Lucia mientras caminaba hacia el chalet.
-Lucía, ¿has salido?
-No, mi agente me ha programado un evento. Ahora vuelvo.
Tras comprobar que Lucía estaba segura, Natalie volvió al chalet.
Apenas terminó de ducharse, recibió un mensaje de Leonardo.
[Antes dijiste que me invitarías a cenar, ¿cuándo?]
Natalie abrió el chat de Antonio y le preguntó cuándo estaba libre.
[Estoy libre los próximos días, pero como la señorita López quiere que finja ser tu novio, llamarme señor Rojas es demasiado raro, así que llámame Antonio, y yo te llamo Natalie, ¿qué te parece?]
[De acuerdo.]
Natalie confirmó la hora de Antonio y se disponía a contestar a Leonardo, y entró su llamada.
En el momento en que fue contestada, llegó la voz de Leonardo.
-Natalie, dijiste de invitarme a cenar, no te retractarás, ¿verdad?
-Por supuesto que no, si estás libre mañana por la noche, te invito a cenar mañana por la noche, ¿qué te parece?
Hubo una pausa de unos segundos y Leonardo dijo: -Sí, puedes reservar el restaurante y
enviarme la dirección.
Al colgar el teléfono, Leonardo llamó a Carlos.
Cancela la cena de mañana por la noche con Chels.
-Señor Ramos, Chels vuelve a su país mañana por la mañana, si no queda con él mañana por
la noche, no tendremos oportunidad de trabajar con Chels.
Leonardo parecía indiferente,
hablaré con él en el avión.
Reserva un billete para mañana en el mismo vuelo que Chels,
Carlos se sorprendió, –Señor Ramos, ¿tiene algo importante que hacer mañana por la noche?
si
Tras informar a Carlos, Leonardo colgó el teléfono.
Natalie cogió una toalla y empezó a secarse el pelo después de confirmar la hora con Antonio.
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Se oyó el ruido del motor de un coche en el exterior del chalet, se levantó y se acercó a la ventana y vio a Lucía saliendo del lado del copiloto de un Bugatti rojo.
Pronto, la persona en el asiento del conductor también bajó.
Al ver que era Emiliano, Natalie se sorprendió, ¿Eran tan conocidos Lucía y Emiliano?
Normalmente aunque Lucía trabajaba hasta muy tarde, no dejaba que sus colegas masculinos o los famosos la acompañaran a casa por miedo a que los paparazzi la fotografiaran, pero nunca pensó que haría una excepción con Emiliano.
Natalie bajó las escaleras justo cuando Lucía abría la puerta.
-Natalie, ¿sigues despierta?
Natalie asintió, -Sí, ¿por qué Emiliano te trajo a casa?
Lucía puso cara de boquiabierta al oírlo.
Olvidalo. Cuando volvía, se me pinchó una rueda del coche y él pasaba por allí, así que le pedí que me trajera.
Pensando en deberle un favor a Emiliano y tener que invitarle a cenar en estos días, Lucía se sintió un poco molesta.
Natalie se rió, -Mira tu cara, ¿por qué no estás contenta?
Lucía suspiró: -Pienso invitarlo a cenar en estos días, pero no quiero ir sola…
Con los ojos repentinamente dilatados, dijo Lucía, ¡Natalie, acompañame tú!
Sería una forma de devolverle el favor a Emiliano y hacerle entender que ella no estabal
interesada en él.
Al ver la expectación en los ojos de Lucía, Natalie asintió y dijo: -Ok.
Después de decirlo, Lucía la abrazó.
¡Natalie, te quiero!
-Suéltame… Si me estrangulas, no podré ir a cenar contigo.
Lucía la soltó, Es que estoy muy emocionada.
-Vale, vete a ducharte y a la cama. Yo también me voy a dormir.
Sí.
En el dormitorio, Natalie estaba a punto de irse a la cama cuando recibió una llamada de Tina.
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