Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio Capítulo 218

Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio Capítulo 218

Capítulo 218

Natalie bajó los ojos y asintió, -De acuerdo.

Después de que Tina se fuera, Natalie llamó a Rolando.

+15 BONUS

Al saber que Pueblo Mile se había estabilizado por el momentole dijo: Señor Jerez, no hay prisa en la producción de telas, está bien empezar cuando bajen las aguas de la inundación.

-De acuerdo, gracias señorita López por su comprensión.

Al colgar, Natalie recibió una llamada de Leonardo.

-¿Comemos juntos a mediodía?

Natalie frunció los labios, -Grupo Ramos está un poco lejos de MY, puede que no tengo tiempo.

Saldré del Grupo Ramos media hora antes.

-Señor Ramos, aún no lo he decidido

Leonardo rió y dijo: Simplemente quería comer contigo, no pretendía pedirle una respuesta.

-Bueno, ¿qué quieres comer?

-Debería ser yo quien te lo preguntara, ¿no?

Al oir la alegría en el tono de Leonardo, los latidos del corazón de Natalie se aceleraron, -Me da igual.

-¿Qué parece la comida china?

Natalie apretó con fuerza el teléfono, -Señor Ramos, no tienes por qué complacermeelige un restaurante que nos guste a los dos.

Tras unos segundos de silencio, Leonardo dijo en voz baja: -Vale.

-Tengo que trabajar, te dejo.

Colgando el teléfono, Natalie se tocó la cara algo acalorada y sonrió involuntariamente.

Recogió los documentos y continuó leyéndolos, al principio era capaz de leer en ellos, pero a medida que se acercaban las doce del mediodía, cada vez le costaba más concentrarse.

Por fin llegaron las doce, Natalie abrió su teléfono y Leonardo ya le había enviado el nombre y la ubicación del restaurante.

Fue al baño pintarse los labios y se encontró con Tina en el ascensor.

Tina la miraba sorprendida, -¿Vas a comer fuera

+15 BONUS

Natalie asintió con la cabeza.

-¿Sola?

-No, con otra persona.

Se temia que Tina siguiera preguntándole, y Natalie se apresuró a decir: -Me he acordado de que se me había olvidado algo en el despacho. Baja tú primero, yo bajaré un rato.

-Bien.

Mirando la espalda de Natalie mientras se marchaba apresuradamente, Tina enarcó las cejas: — ¿Es una ilusión? Natalie está rara hoy.

Tras permanecer sentada en el despacho unos minutos, y comprobar que Tina ya había bajado,

Natalie salió.

Cuando llegó al restaurante que Leonardo había reservado, él ya estaba esperando allí.

Al ver que Natalie no dejaba de mirar a su alrededor mientras caminaba hacia él, como si quisiera ver si conocía a alguien, Leonardo frunció el ceño.

Cuando se sentó frente a él, Natalie le miró a él.

-¿Has pedido ya?

Leonardo le pasó el menúNo. Mira lo que quieres comer, he reservado todo el restaurante para que nadie nos moleste.

Ante eso Natalie dejó escapar un repentino suspiro de alivio y cogió el menú y lo miró.

La cara Leonardo estaba un poco pálida, después de que Natalie pidió la comida y dijo: ¿No quieres que la gente vea que estamos comiendo juntos?

Natalie se quedó paralizada, luego apretó los labios y dijo: -Es que tengo miedo de encontrarme con conocidos y tener que dar explicaciones, ya que estamos divorciados.

Leonardo no dijo nada más, pero su expresión era obviamente sombría.

-¿Estás enfadado?

-No.–Leonardo cogió la taza que tenía delante y bebió, su tono era un poco descontento.

Capítulo 219 


Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

Score 9.9
Sr. Ramos se enfrenta a un giro inesperado en su vida cuando su multimillonaria esposa solicita el divorcio. La pareja, aparentemente próspera, ahora se encuentra en una encrucijada legal y emocional, desentrañando secretos y desafíos mientras buscan separarse en medio de la opulencia y la intriga.  

Sr. Ramos, su multimillonaria esposa quiere el divorcio

  Durante los tres años que llevaba casada con Leonardo Ramos, Natalie López pensaba que podría hacerlo enamorar de ella, pero lo que finalmente obtuvo fue las fotos íntimas de él y su propia hermana, Matilda López. Finalmente, Natalie se rindió, decidiendo liberarlo y liberarse a sí misma. Sin embargo, cuando entregó el acuerdo de divorcio al hombre, él lo desgarró delante de ella, empujándola contra la pared. —¡Natalie, no habrá divorcio a menos que yo muera! Mirando lo furioso que estaba, los ojos de Natalie no se mostraban nada más que indiferencia. —Leonardo, entre Matilda y yo, sólo puedes elegir a una. Eventualmente, él eligió a Matilda. Pero cuando realmente perdió a Natalie, se dio cuenta de que se había enamorado de ella...

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