Capítulo 252
Leonardo dijo con calma, -Estoy de acuerdo.
-Bien, entonces a partir de mañana Tadeo trabajará en el Grupo Ramos.
Después de finalizar el asunto, Josefina se levantó y dijo, -Estoy cansada. Ustedes váyanse a casa a descansar, Natalie, ven aquí, quiero hablar contigo.
Natalie siguió a Josefina y se fueron juntas, luego de volver al dormitorio Josefina miró a Natalie y le dijo seriamente: -Natalie, ¿realmente Leo y tú no van a volver a estar juntos?
Ella le tenía mucho cariño a Natalie, por eso todavía quería convencerla de nuevo para Leonardo.
Natalie frunció los labios y asintió: -No, abuela. No estoy bien con el señor Ramos, a él le gusta Matilda, y es mejor para nosotros que nos separemos.
-Pero me parece que la persona que le gusta ahora eres tú.
Las palabras de Josefina hicieron que el corazón de Natalie diera un vuelco.
«A Leonardo… ¿le gusto?»>
-Abuela, esta es su ilusión. En este momento está demostrando que le importo sólo porque de repente pienso irme de él y no está acostumbrado por un tiempo, no puede ser que le guste.
Josefina le cogió la mano y le dijo despacio: -Si… Si realmente le gustas, ¿quieres darle una oportunidad?
Natalie bajó la cabeza, se quedó callada un rato, negó con la cabeza.
-Abuela, mi amor por él se consumió estos tres años, y no quiero pasar por ese sentimiento de decepción otra vez.
Los ojos de Josefina estaban llenos de tristeza, palmeó la mano de Natalie y dijo: -Lo
entiendo.
Fue duro para Natalie ver la mirada triste de Josefina. Pero en lugar de dejar que se aferrara a expectativas imposibles, sería mejor dejar que aceptara la realidad.
Cuando Natalie salió del dormitorio de Josefina, Leonardo era el único que quedaba en el salón.
Al oír pasos, se levantó del sofá y giró la cabeza para mirar a Natalie.
-¿Terminaste de hablar çon la abuela?
Sí.
La miró con los ojos abatidos, una suave luz se derramó desde lo alto de su cabeza, y sus ojos
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ella se estremeciera involuntariamente.
-Te llevaré a casa.
La voz de Leonardo devolvió la cordura a Natalie, que se apresuró a decir con fingida compostura: -Vale.
Al darse cuenta de que últimamente había vuelto a flaquear, Natalie sintió que no eta algo bueno y tuvo que buscar la manera de calmarse.
En el camino de vuelta, los dos estaban en silencio.
Hasta que el coche se detuvo delante del chalet y cuando Natalie estaba a punto de bajarse, Leonardo la agarró de repente de la muñeca.
Natalie volvió la cabeza para preguntarle qué quería, pero sus labios fueron tomados por Se quedó paralizada y estaba a punto de apartar a Leonardo, pero él la soltó. -Mañana me voy de viaje de negocios a Estados Unidos, puede que durará una semana.
Natalie frunció el ceño, -No tienes que decirme algo así.
Pero quiero decirtelo.
él
Ella miró los ojos cariñosos de Leonardo y dijo fríamente: –Señor Ramos, si sigues así, no creo que sea buena idea que nuestra relación continúe.
Leonardo sonrió, retiró los ojos y dijo en voz baja: -Lo sé.
-Gracias por traerme a casa.
Tras decir eso, Natalie empujó la puerta del coche y se marchó sin mirar atrás.
El coche de Leonardo se detuvo en la puerta unos minutos antes de arrancar.
Estaba oscuro en el Chalet, parecía que Lucía se había ido al evento.
Sin encender las luces, se dirigió al sofá y se sentó, cerrando los ojos mientras recordaba los detalles de este tiempo con Leonardo.
Tal vez fue el momento en que lo vio aparecer de repente en el diluvio lo que derritió lentamente su corazón duro.
Abrió lentamente los ojos y tomó una decisión firme. No podía seguir así o, tarde o temprano, volvería a enamorarse de él.
A la mañana siguiente, cuando Natalie llegó a la oficina, Enrique fue a verla.
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Capítulo 253
