Capítulo 275
Se dio la vuelta y subió al coche, ordenando al conductor que condujera.
Después de que el Maybach negro se incorporara al tráfico, Leonardo miró a Natalie con disgusto y dijo: -Te dije que mantuvieras las distancias con Fausto, ¿no?
-Señor Ramos, MY está colaborando con el Grupo Ruiz, es normal que cene con el señor Ruiz.
No sé a qué distancia te refieres. ¿No nos vemos? o ¿fingimos desconocidos cuando nos veamos?
Al ver el sarcasmo en los ojos de Natalie, Leonardo guardó silencio unos segundos y dijo lentamente: -No quiero decir eso.
-No me importa lo que quisiste decir. Anoche dijiste que querías hablar conmigo. ¿De qué querías hablar?
-Sobre eso que dijiste antes, quiero que lo reconsideres.
Natalie frunció el ceño: -No creo que tenga que reconsiderarlo, estoy contigo…
Antes de que pudiera terminar la frase, Leonardo le agarró la barbilla y la besó.
Natalie se quedó paralizada por un momento e inconscientemente forcejeó, pero no lo consiguió.
Hasta que terminó el beso, ella jadeó y se tumbó en el pecho de Leonardo, con el cuerpo
demasiado blando.
Leonardo la miró a los ojos y le dijo lentamente: -De hecho, sientes algo por mí, ¿verdad? ¿ Por qué no me das una oportunidad?
La respiración de Natalie se calmó y lo apartó.
-Señor Ramos, ¿y qué si todavía siento algo por ti? Eso no significa que volveré contigo. Tú y Matilda nunca pueden separarse. ¡No me voy a permitir cometer el mismo error otra vez!
Los ojos de Leonardo se llenaron de oscuridad y dijo en voz baja: -No tengo nada que ver con
ella.
-Entonces, ¿por qué la llevas a todas las fiestas de negocios? ¿Por qué consientes cuando te dicen que es tu novia? ¡Leonardo, no me tomes por tonta!
Leonardo se quedó callado unos segundos y dijo: —No puedo explicártelo ahora, pero lo que sí puedo garantizarte es que no tendré nada que ver con Matilda, ni antes ni en el futuro.
Los ojos de Natalie estaban llenos de sarcasmo, Eso es algo que es mejor que se lo digas a alguien que quiere creerlo.
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-Te lo probaré con los hechos.
Natalie no dijo nada más hasta que el coche se detuvo frente al chalet, giró la cabeza hacia Leonardo y le dijo con mirada seria: -Señor Ramos, no tienes por qué hacer esto. Nada de lo que haces tiene sentido para mí ahora.
Durante esos tres años de matrimonio, ella le había dado muchas oportunidades a Leonardo, pero éste nunca las había apreciado.
Ahora que él estaba dispuesto a explicárselo y a hacerle una promesa, en realidad no tenía sentido.
Tras decir esto, Natalie abrió la puerta del coche y se marchó directamente.
En los días siguientes, Leonardo no volvió a aparecer delante de ella, pero siguió llevando a Matilda a diversas ocasiones, a menudo fotografiada por la prensa del espectáculo, y los dos no se dieron explicaciones.
Pronto empezó a difundirse la noticia de que Matilda era presidenta de Esplendor Bordado.
Tina la leyó y echó quejas.
-¿Es necesario que sea tan exagerado al ejercer de presidenta? ¿Va a hereder el trono como una reina?
Natalie la miró y enarcó una ceja, -Parece que le odias mucho.
-Por supuesto, antes de que mi familia se arruinara, sabía que era una hipócrita y siempre la odiaba, y luego, cuando sabía que hacía difícil contigo deliberadamente, ¡la odiaba más!
-De acuerdo, a partir de ahora es nuestra rival, y el Grupo Ramos la ayuda. Tenemos que estar alerta para enfrentarnos a ella, o lo más probable es que perdamos contra Esplendor Bordado.
Tina asintió, Seguro que no perderemos contra Esplendor Bordado contigo.
Natalie sonrió, —¿Has olvidado que ya hemos perdido varias veces?
Tina se burló, —¡Si no fuera por el apoyo del Grupo Ramos, esos socios no habrían elegido a Esplendor Bordado en absoluto, es sólo por el Grupo Ramos!
-Es su ventaja. Muy bien, aquí están los contratos firmados. Tómenlos.
-Bien, me voy a trabajar.
Mientras tanto, en la oficina de Enrique.
Sacó su móvil y marcó un número, -Hermano, ¿estás listo?
Manuel estaba un poco indeciso y asustado.
-Enrique, me da un poco de miedo llevar esta bolsa de explosivos falsos que me has dado, por
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La cara de Enrique estaba fría, pero su voz era tan suave como siempre, –Hermano, eso no va a pasar. Está lleno de barro, no pasará absolutamente nada, y piénsalo, si Natalie no se lo hubiera pedido a Tina, ¡Tina no te habría dejado solo!
-Esta vez es sólo para asustar a Natalie, para que no se atreva a entrometerse en los asuntos familiares de Tina en el futuro, las deudas tuyas de juego que te pagué. ¿Crees que te haré daño?
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