Capítulo 286
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Los ojos de Leonardo se llenaron de frialdad, luego dijo lentamente: –Bien.
Sé que la situación de Tadeo en el Grupo Ramos es muy embarazosa ahora mismo, pero ustedes dos son hermanos, espero que puedan ayudarlo más, después de todo, él…
En ese momento, Josefina suspiró con tristeza y no dijo ni una palabra más.
Leonardo parecía indiferente, pero aun así asintió y dijo: -Mientras no haga nada malo, no lo
trataré mal.
Después de todo, el puesto de presidente del Grupo Ramos debía ser de Tadeo.
Pero en aquel entonces, después de que su tío y su mujer tuvieran un accidente de coche, Tadeo se marchó del país enseguida.
Cuando Leonardo se hizo cargo del Grupo Ramos, puso mucho empeño en conseguir que el Grupo Ramos llegara a la situación actual. Obviamente, sería imposible que Leonardo lo dejara
a Tadeo.
-Bueno, cuando Tadeo esté seguro de quedarse en Monteflor, le daré una suma de dinero para que empiece su propio negocio, y tú ayúdalo si puedes en ese momento.
-De acuerdo.
Terminaron y no continuaron este tema.
Leonardo aún tenía que revisar unos documentos y acompañó a Josefina un rato antes de ir al estudio a trabajar.
Cuando sólo quedaron Josefina y Natalie en el salón, tomó la mano de Natalie y le dijo suavemente: –Natalie, gracias por darle una oportunidad a Leo.
Ella estaba realmente triste dejar ir de Natalie, y le pareció que ella era muy simpática.
A veces Josefina tenía una envidia de Santiago y Candela, si ella tuviera una nieta tan buena, tendría que apreciarla como a los ojos.
Ya que los de la familia López no la apreciaban y siempre pensaban que Matilda era mejor que Natalie.
-Aunque le diera una oportunidad, no puedo garantizar que siempre estemos juntos.
Josefina asintió, -Lo sé, si vuelves a renunciar a él, será porque hace algo para lastimarte y nunca intercederé por él.
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Natalie sintió cariño, ¡Abuela, gracias!
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Qnd agradeces, te he tratado como a mi propia nieta durante estos años! Por cierto, ¿tienes alguna chica a tu alrededor que sea más o menos de tu edad?
¿Qué pasa?
Josefina suspiró, bajando la voz, Tadeo es tres años mayor que Leo, pero aún no tierie novia… y la marná de Leo no quiere presentarle, esta cosa me importa mucho.
Los padres de Tadeo murieron, y si Josefina moría, él se iba a quedar realmente sólo, por eso Josefina quería que se casara pronto.
Natalie reflexionó un rato y negó con la cabeza: -Abuela, no tengo ninguna chica de esa edad a mi alrededor. Puedes organizar una fiesta e invitar a chicas ricas con las que Monteflor aún no se haya casado, tal vez el primo encuentre a su favorita.
¿Pero por qué motivos?
Natalie sonrió y dijo: –El primo lleva tantos años alejado de Monteflor, ¿qué tal si le organizas una fiesta de recogida?
Josefina asintió y dijo: ¡Natalie, qué inteligente eres! ¡Lo que digas!
Leonardo volvió al salón después de leer los documentos, y vio a Natalie y Josefina juntas discutiendo en voz baja.
Natalie: Abuela, Natalie, ¿qué están haciendo?
Josefina lo miró, Nada que ver contigo, métete en tus asuntos.
Lo hablaron un rato más, y Josefina finalmente decidió: —¡Vale, este fin de semana!
Apenas dijo esto, se acercó la criada.
-Señora, la comida está lista.
–Ve al jardín y dile a Tadeo que vuelva para cenar.
Pronto, los cuatro se sentaron a comer.
Josefina se sentó en el asiento principal, con Tadeo y Leonardo a cada lado de ella, y Natalie sentada al lado de Leonardo.
Tadeo permaneció en silencio durante la cena, salvo por responder ocasionalmente a Josefina, mantenía la cabeza gacha al comer.
Al notar que Natalie miraba frecuentemente a Tadeo, Leonardo mostró su desagrado.
Al terminar la cena, sin tomar mucho té, Leonardo se marchó con Natalie.
En el camino de vuelta, Leonardo mantenía un rostro frío, y cada vez que Natalie le hablaba, le contestaba escuetamente.
Natalie estaba desconcertada porque era evidente que estaba enfadado,
Señor Ramos, ¿qué te pasa esta noche? ¿Te he hecho enfadar?
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