Capítulo 330
Justo al entrar en el salón, fue consciente de que las miradas de los invitados caían sobre ella con burla y desdén, aunque eran mucho más contenidas porque estaba junto a Leonardo.
El rostro de Natalie no mostraba ninguna emoción.
Al ver a Leonardo, Ricardo se apresuró a saludarla junto con Beata.
-¡Señor Ramos, no esperaba que realmente viniera esta noche! ¡Ha hecho brillar nuestro local!
Natalie miró a Ricardo sorprendida de que fuera tan halagador.
Esta vez Leonardo no le avergonzó y charló con él sobre la colaboración del Grupo Ramos y el Grupo López.
Natalie no tenía ningún interés en esto y después de hablar con Leonardo se dirigió hacia la zona de postres.
Al ver que los postres preparados que había mencionado antes, Natalie se sorprendió de cómo Beata había cambiado repentinamente de opinión.
Justo cuando cogía un trozo de pudin de leche fresca, una voz burlona llegó desde detrás de
ella.
-¡La única persona que puede comer comida a cambio de amenazas es ella!
Natalie giró la cabeza, vio que era una chica desconocida y enarcó una ceja, -¿Te refieres a mí?
La chica respondió con desprecio: -¿Hay alguien más aquí?
Su mirada burlona y desdeñosa hizo que Natalie se sintiera incomprendida, y pretendía ignorarla, pero en lugar de eso hizo que chica se enfadara.
-¡Eh, Natalie! ¿Admites las cosas malas que hiciste?
Natalie frunció un poco el ceño, giró la cabeza para mirar a la chica y dijo fríamente: por favor, ¿qué cosas malas he hecho?
–
Dime,
La chica no esperaba que fuera tan directa, y después de quedarse helada por un momento, apretó los dientes y dijo: -Todo el mundo sabe que amenazaste a la señora Jiménez para que preparara tus postres favoritos, o de lo contrario no asistirías. ¡El hecho de que utilices este método para robarle el amor a tu hermana sólo te hace parecer más ridícula!
Natalie finalmente recordó. Esta chica tenía una hermana frágil y enfermiza que creció en el campo y fue criada antes de que la recogieran. La familia la descuidaba de vez en cuando porque se sentían culpables y querían compensar a su hija mayor.
«¿Ahora siente empatía por Matilda?»
Natalie sonrió y dijo en un tono indiferente, -Parece que no tiene nada que ver contigo.
La chica se mofó: -No tiene nada que ver conmigo, pero todo el mundo sabe lo que has hecho. Si todavía puedes comértelo, jes que eres demasiado caradura!
En este momento, bajo su mirada sorprendida, Natalie se comió de un bocado el pudin de leche
-¿Por qué no puedo comerlo? Si crees eso, eres muy estúpida.
Después de decir eso, Natalie se dio la vuelta y estaba a punto de irse, pero fue detenida por aquella chica con un enfado.
-Todo el mundo sabe que el postre favorito de Matilda es el chocolate, y hoy no hay ni un solo postre de chocolate. ¿Porque amenazaste a la señora Jiménez, no?
Justo cuando terminó, Matilda dijo.
-Linda, basta. Hoy también es el cumpleaños de mi hermana, y da igual preparar sus favoritos como preparar los míos, sólo que ella no sabe que soy alérgica a la vainilla. Si lo supiera, no le habría pedido a mamá que preparara una tarta de vainilla.
Matilda se quedó a un lado, se parecía inocente y amable, como si no supiera que lo que dijo iba a poner a Natalie en el punto de mira.
Linda se agitó al oírlo y, señalando a Natalie con el dedo, le dijo enfadada: ¡Natalie, cómo te atreves a ser tan malvada!
