Capítulo 336
Al ver la mirada gélida de Tadeo y sin alegría en su rostro, Matilda se puso nerviosa.
-¿No estás contento?
Tadeo hizo una mueca y giró la cabeza para mirarla, -¿Crees que debería estar feliz?
Antes de que Matilda pudiera decir nada, Tadeo continuó, -Pediré cita con un médico para que abortes.
La cara de Matilda palideció y miró a Tadeo sorprendida, -Es tu hijo, ¿cómo puedes ser tan cruel?
-Si das a luz a este niño tan precipitadamente, sólo sufrirá cuando se entere en el futuro.
Matilda se tapó inconscientemente la barriga, dio un paso atrás, miró a Tadeo y le dijo: -Me temo que no depende de ti decidir si te quedas con este niño o no.
-¿Qué quieres decir?
-Antes de decírtelo, ya le había dado la noticia a Josefina.
De repente, Tadeo se enfadó y miró a Matilde como si se la quisiera comer.
-Matilda, ¡te atreves a ponerme una trampa!
Matilda levantó las cejas, sonrió fríamente y dijo palabra por palabra: Si no hubieras elegido entrar en esa habitación, esto no habría pasado. ¿No me tendió una trampa?
Entró deliberadamente en aquella habitación para hacer creer a Josefina que era víctima y obtener más herencia de Josefina.
-¡Te vas a arrepentir!
-¿Quién se va a arrepentir? Con este niño, tus posibilidades de ganar también son mayores, ¿ no?
Tadeo hizo una mueca y no dijo nada, sin saber lo que estaba pensando.
Por otra parte, Beata acababa de arreglarse y salía del estudio cuando vio a Ricardo y a una mujer que se dirigían sigilosamente hacia el jardín trasero.
Se sobresaltó y se apresuró a seguirlos.
Como no se atrevió a seguirlos demasiado de cerca, no pudo oír nada, sólo los vio entrar en el cenador y decir algo, y luego la mujer se marchó primero.
Beata permaneció un rato en la oscuridad, sin salir a enfrentarse cara a cara con Ricardo, decidiendo buscar a alguien para investigar en secreto.
Conocía a todos los invitados de hoy, pero a la mujer no la había visto nunca, y la mujer parecía tener menos de treinta años. Por la forma en que ambos hablaban, probablemente se conocían desde hacía mucho tiempo.
Ricardo sentado en el cenador estaba en un dilema en este momento, se asustó mucho cuando salió de su estudio y vio a Linda Gruel que venía a la fiesta. Menos mal que no traía a Javiel con
Esta vez, sin embargo, Linda había venido sólo para interrogarle sobre cuándo planeaba
resultaba molesto. divorciarse. Le costó pedirla irse, pero resultaba molesto.
El Grupo López seguía inestable, sería una tontería divorciarse de Beata en este momento, primero tenía que encontrar la manera de tranquilizar a Linda.
Esta noche, la familia López estaba cada uno preocupado con sus propios problemas, y no le importaba la fiesta.
Love
Cuando Natalie y Leonardo salieron de la familia López, Leonardo notó que Natalie estaba un poco decaída y la consoló: tu cumpleaños, sé feliz.
–
Natalie giró la cabeza para mirarle y sonrió: -¿Quién dice que estoy de mal humor? Ahora estoy contenta.
Su relación con la familia López había estado en un estado de confusión antes, después del incidente de esta noche, la gente de la familia López no debería volver a acudir a ella.
Justo cuando terminaba de hablar, Leonardo le estrechó la mano.
El calor de su palma se transmitió a lo largo de la de ella, y su corazón, inicialmente frío, pareció calentarse.
-La fiesta de cumpleaños de la familia López para ti ha terminado, la mía para ti acaba de empezar.
Natalie se sorprendió, -¿Qué has preparado?
Leonardo estaba tan tranquilo estos días, que ella pensó que sólo le iba a pedir a Carlos comprara unas joyas como regalo, como siempre hacía.
que
le
-Primero nos vamos a casa.
Al ver que no decía más, Natalie no siguió preguntando.
No tardó en volver al chalet, Leonardo le tapó los ojos a Natalie.
-Cierra los ojos.
¿Por qué en secreto?
