Capítulo 385
La cara de Beata palideció al pensarlo.
A la mañana siguiente, Matilda bajó las escaleras y frunció el ceño al ver a Beata manteniendo la misma postura que tenía ayer sentada en el sofá.
-Mamá, ¿no dormiste en toda la noche?
Beata la miró y apretó los dientes, -Hiciste una cosa tan vergonzosa, ¿crees que pude dormir?
La cara de Matilda se puso blanca y miró a Beata sorprendida.
-Mamá, ¿crees que he copiado a mi hermana?
-¿Tú no? ¡El juicio se ha acabado!
Los ojos de Matilda se pusieron rojos y dijo con voz agraviada: —Fue mi hermana quien sobornó al tribunal, de lo contrario Esplendor Bordado no habría perdido el caso, y ahora a Leo le gusta y está de su parte. Si voy contra mi
hermana, Leo tendrá que recuperar Esplendor Bordado…
Beata miró escéptica, -¿Tanto poder tiene Natalie?
-Ella no, pero Leo sí.
Tras un momento de silencio, Beata seguía sin estar muy convencida.
-Has estado con Leonardo, ¿hizo una trampa con Natalie a ti?
Matilda exprimió lágrimas, se atragantó y dijo: -No sé qué le dijo mi hermana, ahora la actitud de Leo hacia mí es muy fría, ni siquiera puedo ver a Leo, él ya no me quería, soy yo la que se negó a admitirlo.
Al oír esto, Beata pensó de repente en Ricardo y se enfadó inconscientemente.
-¡Los hombres no son buenos!
Matilda se quedó helada, ¿no debería Beata regañar a Natalie en este momento?
—Mamá, ahora que Tadeo y yo estamos comprometidos, no hay posibilidad entre Leo y yo. Yo sólo quiero dirigir Esplendor Bordado a partir de ahora y no quiero más conflictos con mi hermana.
Beata bajó los ojos, después de unos segundos dijo lentamente: -Eso está bien, ahora le gusta a Leonardo, no te puede beneficiar ir en su contra, espera a que Leonardo se harte de ella, entonces podrás vengarte de ella.
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Matilda se sorprendió, Beata siempre ha estado muy disgustada con Natalie, cada vez que la mencionaba, le gritaba, ¿por qué esta vez estaba tan tranquila?
—Mamá, últimamente… ¿Te ha pasado algo? Me llamaste hace unos días, estaba ocupada y se me olvidó contestar…
Beata suspiró, –Nada, vete a trabajar. Yo puedo solucionarlo.
Matilda se acercó corriendo y se arrodilló frente a ella, cogiéndole la mano, -¿ Qué ha pasado? Si no me lo dices, me quedaré más preocupada.
Al ver la mirada preocupada de Matilda, la tristeza y el dolor acumulados por Beata durante este periodo de tiempo parecieron encontrar por fin una salida, ahogándose y diciendo: -Tu padre, me engañó…
El lunes por la mañana, cuando Natalie acababa de llegar a MY, vio a Nina bajando del coche.
Se sorprendió, -Nina, ¿no te fuiste de viaje?
El rostro de Nina ya no estaba tan alterado y desaliñado como cuando fue acusada injustamente, y sonrió mientras se dirigía a Natalie y le dijo: -Volví inmediatamente después de ver la noticia de que Esplendor Bordado había perdido el caso, y le estoy agradecida, señorita López, por haber encontrado las pruebas que demostraron mi inocencia.
Natalie sonrió amablemente, Fue lo que debía hacer, eres empleada de MY, te protejo a ti supone defender los intereses de la empresa.
Nina asintió, -Mi padre quiere invitarle a cenar para darle las gracias. ¿Cuándo está libre?
—No hace falta, ayúdame a darle las gracias al señor Futil, ya has vuelto, ¿estás lista para dibujar los diseños de la próxima temporada?
Nina sonrió ante eso, -Señorita López, creo que aún me quedan tres días de
vacaciones.
Puedes terminar tus vacaciones antes.
Nina reflexionó un momento y dijo: -Puedo volver a trabajar, pero necesito pedirle a alguien.
Natalie enarcó una ceja.
-¿A quién?
