Capitulo 418
Al no oir el sonido del teléfono al conectar, Natalie se puso inquieta,
Por otro lado, en el calabozo de la comisaría, Carlos tramitaba la fianza de Leonardo.
En cuanto obtuvo el móvil de Leonardo, vio una llamada entrante en la pantalla y estaba a punto de contestarla, pero colgó automáticamente.
[Lo siento, el número que ha marcado no puede ser conectado en este momento, por favor intentelo de nuevo más tarde…]
Al oir la robótica voz femenina de la respuesta automática, Natalie colgó el teléfono y se dio la vuelta para salir de la cabina con el hombre de Escorpión.
Ellos no sabían que no tardó mucho en sonar el teléfono de la cabina.
Media hora después, Natalie entró en un chalet.
En el salón de estilo europeo, Escorpión llevaba la máscara como siempre, un vaso de vino tinto en la mano, su postura era ociosa y tranquila.
Al ver a Natalie, sonrió.
-¡Iris, bienvenida a unirte con nosotros, con tu participación, este plan tiene medio éxito!
Natalie preguntó inexpresiva: -¿Qué tengo que hacer exactamente?
El hombre de Escorpión, un poco molesto, dio un paso y puso la pistola que tenía en la mano
contra la frente de Natalie.
Al segundo siguiente, sonó un grito.
Antes de que pudiera ver los movimientos de Natalie, sintió un dolor agudo procedente de su
muñeca. Sin reaccionar, su pistola ya estaba en la mano de Natalie y cargada contra su frente.
La temperatura descendió instantáneamente hasta el punto de congelación mientras los que le
rodeaban apuntaban inmediatamente con sus armas a Natalie.
Escorpión sonrió, hizo un gesto a sus hombres para que retrocedieran y sonrió a Natalie: -Si te
gusta la pistola, dímelo. No seas impulsiva. Siéntate.
Natalie caminó hacia él y se sentó, mientras jugaba con la pistola en la mano, dijo: -Hay un
francotirador al acecho fuera de este chalet en cada una de las cuatro direcciones del sur, norte,
este, y oeste, y hay seis guardaespaldas desde la puerta principal hasta la entrada, ocho
escapar no me resultará difícil.
Escorpión dejó el vaso y aplaudió, con admiración en el tono, -Iris, eres genial, sólo entrar desde fuera y ya lo tienes todo planeado.
-Lo digo porque quiero que dejes de tonterías. Tú sólo dime lo que tengo que hacer.
Escorpión sonrió, -Nos ayudas a matar a un hombre.
-¿A quién?
Escorpión esbozó el plan brevemente.
Esta vez su equipo necesitaba matar a un funcionario en Dominica, pero el funcionario siempre tenía mucho cuidado, así que sería difícil encontrar una oportunidad. Pasado mañana iba a tomar un crucero para asistir a una fiesta en el mar, y lo único que tenían que hacer era matar al funcionario en esa fiesta.
Después de oír eso, Natalie frunció el ceño, -¿Por qué no matarlo antes de que asista a la fiesta? -Porque no sólo tenemos que matar al oficial, sino también utilizar esto para amenazar a otros. Natalie se quedó en silencio durante un rato, y dijo, -Quiero toda la información de ese oficial.
-Bien, pero esta misión es muy peligrosa, es muy probable que pierdas la vida.
Natalie estaba tranquila, en todas sus misiones anteriores, tenía que muerte si no lo conseguía.
Pero…
Pensando en Leonardo, la mano que colgaba de su costado se tensó inconscientemente,
mirando a Escorpión con expresión gélida, dijo: -Mientras termine esto, no volveremos a
involucrarnos.
Escorpión asintió, -¡No te preocupes, haré lo que digo!
-¿Cuándo me voy?
