Capítulo 454
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Ramón se sobresaltó, Estaba pensando que mi hermano mayor y mi cuñada acababan de fallecer, y era normal que Tadeo estuviera inestable, e iba a explicarle cuando se calmara, pero no sabía que de repente desapareció.
Antonia hizo una mueca y apretó los dientes: -Porque siempre te ha gustado Julia en secreto, no querias regañar a su hijo, ¿verdad?
Antes de que pudiera terminar, Ramón se levantó bruscamente, con ira en los ojos.
-Antonia, si dices más tonterías, ¡nos divorciamos!
-¿Yo digo tonterías? ¡Sé que escondes su foto en el cajón de tu escritorio y que la sacas para mirarla de vez en cuando!
Ramón se puso furioso con Antonia por haber dejado al descubierto sus sentimientos por Julia delante de Leonardo, y levantó la mano para pegarle.
Sin embargo, no pudo porque fue impedido por Leonardo.
Antonia dijo fríamente: -¡Leo, suéltalo! Si se atreve a pegarme, mañana haré público que le gusta su difunta cuñada. ¡Este descarado!
-¡Tú!
Ramón se enfadó tanto, pero incapaz de soltarse de la mano de Leonardo, le gritó a Antonia: —¡ Me voy a divorciar de ti!
-¡Perfecto! ¡De verdad crees que te quiero?!
Leonardo frunció el ceño, con voz helada.
-Si quieren discutir, vuelvan a la mansión, no se deshonren aquí.
Antonia y Ramón no se llevaban bien, lo sabía desde que era niño.
Ramón no solía volver a casa, e incluso cuando estaba en casa, pasaba el resto del tiempo en su
estudio después de comer, y no permitía que nadie se acercara al estudio.
Leonardo recordaba una vez que Mafresa ganó un premio en la escuela y fue a ver a Ramón al
estudio para pedirle un regalo, pero Ramón la regañó y le dijo que no volviera a acercarse al
estudio.
Cuando Antonia volvió del juego de póquer, se enteró y tuvo una gran pelea con Ramón, que luego no volvió a casa durante dos meses.
+15 BONOS
Sin embargo, a Antonia no le importaba ni su marido ni su hijo e hija, y seguía saliendo todo el día a jugar a las cartas hasta media noche. La criada criaba a Leonardo y Mafresa hasta los siete u ocho años, pero Josefina no podía soportarlo más y se los llevaba a la Mansión de Armonía para criarlos.
Así que Leonardo no sentía mucho simpatía por sus padres.
Antonia respiró hondo, apenas calmada.
-¡Lo más importante es el asunto de Leo y luego hablemos de otras cosas!
Leonardo se mostraba tranquilo y su voz no tenía temperatura.
-No tienes que preocuparte por este asunto, yo mismo lo resolveré.
Antonia frunció el ceño, -Tadeo regresó esta vez no sólo para quitarte al Grupo Ramos, sino también para vengarse de Ramón y de mí. Aunque no hacemos nada, tarde o temprano vendrá
por nosotros.
Si esta vez incriminó a Leonardo, la próxima vez podrían ser ellos.
Leonardo la miró y dijo levemente: -¿Entonces qué van a hacer?
-Primero vamos a hablar con Tadeo.
-Lo que sea, pero no te hagas ilusiones.
(Tadeo les odiaba desde hace años, ¿cómo iba a creerle que odia a la persona equivocada?>
<Una vez que admitiera que odiaba a la persona equivocada, las creencias a las que se ha
aferrado durante tantos años se desmoronarían, así que, no iba a creer lo que le dijeran Ramón y
Antonia.>
Después de que ambos se fueran, Leonardo subió a buscar a Natalie.
Ella se frotó las sienes un poco cansada mientras salía del dormitorio, -¿Se fueron tus padres?
-Sí, la comida para llevar también está aquí, bajamos a comer.
Al ver la sangre roja en sus ojos, a Leonardo le dolió el corazón.
-Lo de June puedo resolver, tómate unos días para descansar.
