Capítulo 541
Los muros de racionalidad de Olivia se derrumbaron. Sus bebés fueron su última gota.
Una punzada de desesperación la invadió tanto como había esperado con ansias su nacimiento.
Lágrimas y sangre cayeron al suelo.
Arrodillada en la cama, se arañó el pelo. “Ethan, no deberías haberme salvado. ¡Es demasiado doloroso seguir con vida!
No podía entender el significado de su vida.
Su existencia misma era un mal augurio; ella sólo traería desgracias a las personas que la rodeaban.
Ethan volvió a abrazar a Olivia. “¿Sabes por qué te salvé? Bien, ahora te diré por qué”.
Se agachó para ponerle calcetines y zapatos antes de cargarla.
“¿A dónde me llevas?”
“Lo descubrirás pronto”.
La llevó a una de las habitaciones de pacientes que constaba de tres compartimentos.
Los pacientes en la habitación estaban vendados. ¡Algunos de ellos también llevaban yesos!
Cyril, cuya pierna recibió un disparo, saltaba en dirección a ellos mientras se sostenía con una muleta. Parecía que quería ir al baño.
Saludó cortésmente a la pareja al verlos en la puerta, “Sr. Miller, señora Miller.
“Tu pierna…” La voz de Olivia era ronca.
Dejó escapar una sonrisa amarga. “Estoy bien.”
Al menos estaba vivo; algunos de ellos no pudieron hacerlo.
“Descansa.” Ethan llevó a Olivia a otra habitación de pacientes para visitar a todos. Su última parada fue la UCI.
Podía ver a Owen a través del cristal. Le insertaron muchos tubos.
“Han pasado tres días, pero su vida sigue en estado crítico. Quizás no pueda sobrevivir esta noche.
“Incluso si recupera el conocimiento, le llevará mucho tiempo recuperarse. No podrá recuperarse como era antes”.
Ethan suspiró en su oído. “Liv, ¿sabes por qué te salvé? 28 es el número total de bajas de esta misión de protegerte.
“Ocho de ellos están gravemente heridos, 19 tienen heridas leves y hay un muerto”.
Tan pronto como la golpeó el comentario final, Olivia se mordió el labio para contener las lágrimas. “¿Donde esta ella?”
“En la morgue. Las dos primeras balas no fueron mortales. Podría haber sobrevivido, pero el último disparo fue en la cabeza”.
La escena de Mona salvándola surgió en su cabeza.
Era como si Olivia todavía pudiera ver la sonrisa en el rostro de Mona. Era tan cálido como la sangre que salpicaba el rostro de Olivia.
“Cálmate, Liv. Hay muchas cosas que tenemos que hacer. No puedes morir.
“Hay que vivir. Sólo entonces podrás atrapar al autor intelectual”. Él sostuvo sus hombros con ojos rojos.
Los últimos tres días fueron una agonía y, mientras tanto, había experimentado el dolor de perder a sus hijos.
“No los dejaré escapar tan fácilmente. Debes permanecer con vida para ver cómo busco venganza, haciéndoles pagar el precio con sus vidas”.
La mente de Olivia era un desastre. Le zumbaba la cabeza porque no podía oír nada.
Al final, dijo lentamente: “¿Podrías llevarme con ella?”
“No estás en condiciones de ir allí, Liv. No olvides el hecho de que apenas sobreviviste a la muerte no hace mucho”.
Agachando la cabeza, lo agarró por el cuello como un preso.
“Por favor, llévame con ella…” Su voz era tan suave.
Sus lágrimas cayeron al frío suelo, salpicándose en pequeñas gotas.
Tenía la nariz tapada cuando dijo: “1-Solo quiero verla por última vez. Sólo una última vez…”
Le dolía verla en un estado tan triste, sin darle ninguna razón para rechazar su petición. Él respondió con voz ronca: “Está bien”.
