Capítulo 98
Al ver que Leonardo permanecía callado, Natalie dejó de preguntar, se cambió de zapatos y se marchó.
Corriendo hacia la cafetería donde había quedado con Tina, Natalie se dirigió rápidamente hacia Tina y se sentó.
-¿Por qué tanta prisa por verme hoy?
-Natalie, mi familia me ha presentado a un chico a conocer, pero tengo algo que hacer esta tarde, así que quiero que lo veas por mí.
A Natalie casi se le escapó el café de la boca, ¿ir a una cita por parte de ella?
Con gran dificultad, Natalie tragó el café que tenía en la boca y miró a Tina, -¿Seguro que no estás bromeando?
-Claro que no, querida Natalie, ¡hazme este favor! ¡Lo que tengo esta tarde es realmente importante!
Natalie se lo pensó un momento y enarcó una ceja, —Te haré el favor, pero ¿qué me darás a cambio?
-¿Qué quieres a cambio?
-Me voy de Monteflor el próximo fin de semana, y probablemente no vuelva hasta el siguiente, así que mientras estoy fuera, me ayudas a terminar todo mi trabajo.
No quería ver una montaña de papeleo apilada sobre su mesa cuando volviera y tener que hacer horas extras para terminarla.
Tina no sonrió, -¡Bien, estoy de acuerdo!
Después de que las dos llegaran a un acuerdo, Tina le dio a Natalie la dirección del restaurante que había acordado con el chico y se marchó a toda prisa.
Todavía faltaban unas horas para la cita de la tarde, pero Natalie no quería volver al chalet enfrentarse a Leonardo, así que se fue al centro comercial.
Llevaba un rato en el centro comercial y se encuentró con Gisela y Matilda.
Las sonrisas de sus caras se convirtieron en disgusto cuando vieron a Natalie.
Comparada con Matilda, Gisela era mucho más emocional.
Miraba a Natalie fríamente, con asco y odio en los ojos, -¡Natalie, zorra, cómo te atreves a aparecer delante de mí!
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Natalie frunció el ceño, ignoró a Gisela y se dio la vuelta para marcharse.
Sin embargo, Gisela pensó que quería escaparse y se dirigió hacia ella para detenerla, ¡Para, Omar rompiste conmigo por ti, hoy te voy a dar una lección!
Gisela levantó la mano para golpear a Natalie, pero la sujetó Natalie por la muñeca y no pudo
soltarse.
-¡Natalie, zorra! Suéltame.
Acababa de maldecir y Natalie la abofetea.
-¡Ah!
Gisela gritó, Natalie la apartó de un empujón y le dijo fríamente: -Gisela, la ruptura con Omar es cosa tuya, no tiene nada que ver conmigo, si tiene que ver con alguien, debería ser con Matilda, al fin y al cabo, ¡cada vez que vienes a molestarmé es por ella!
El rostro de Matilda cambió, -Hermana, ¿por qué dices eso?
-¡Lo sabes
muy bien!
Gisela acababa de sacar lo mejor de Matilda y no pudo escuchar a Natalie.
-¡Perra, deja de encizañarnos! Te atreves a pegarme ¡Te voy a arrancar la boca hoy!
Gisela la atacó como una loca, Natalie la agarró de la mano y le dio otra bofetada.
-¡Si vuelves a maldecirme, recibirás más de dos bofetadas!
Después de estas dos bofetadas, Gisela comprendió que no podía vencer a Natalie, apretó los dientes y dijo: -¡Natalie, espérame!
Natalie no dijo nada, soltó a Gisela y se fue.
Matilda se apresuró a apoyar a Gisela,
Gisela, ya te lo dije, mi hermana es muy fuerte,
nosotras dos no podemos ganarle, ¿por qué estás tan impulsiva al verla?
Gisela apretó los dientes, pensando que no importaba cuanto intentara volver con Omar, él la rechazó, sus ojos estaban llenos de rabia.
-¡Mati, no puedo soportarla!/Si no puedo vencerla, ¡tengo otros métodos para vengarme de
ella!
¿Qué método?
Gisela sonrió fríamente, -Voy a entrar en el grupo de rodaje por la tarde, cuando la gente del grupo vea mi cara hinchada, me preguntarán seguramente. Y el próximo viernes empieza oficialmente el rodaje de “Mil Generaciones“, japrovecharé la oportunidad para hacer que Natalie se arrepienta de lo que me ha hecho hoy!
