La Amante Secreta del CEO: Tengo a tu Hijo Capítulo 19

La Amante Secreta del CEO: Tengo a tu Hijo Capítulo 19

Capitulo 19: El motivo de su miedo hacia él 

LIAM BLAKE 

Agotado, intentando recuperar energías, cerré mis ojos, pero sin poder dormir. Sabía que desearía a Idris una vez más antes de que el sueño llegara. Senti como se removió en la cama, girando hacia mi, podia percibir su mirada clavada en mi rostro, así que abrí los ojos lo suficiente para poder verla, pero no tanto que pudiera darse cuenta de que estaba despierto

Sus dedos se acercaron temerosos a mi rostro, como si sospechara que en cualquier momento le lanzaria una mordida. Se posaron con delicadeza en mi pómulo y acariciaron mi mejilla para después delinear mis labios con suavidad. ¿Solia hacer esto cuando yo dormia? Tal vez esa era la explicación de por qué me sentía tan reconfortado cuando compartía la cama con ella

Yo si me hubiera enamorado-dijo en un susurro cargado de tristeza-. Yo si me hubiera fijado en el chico débil, pero de gran corazón, lleno de sueños, aunque no tuviera ni un centavo en el bolsillo

Noté como su voz se quebró y sorbió con sutileza por la nariz, había comenzado a llorar

Qué triste que una mala mujer lo matóTal vez era el hombre de mis sueños y no pude conocerlo. Su mano se alejó de mi rostro mientras su cuerpo temblaba en un intento por controlar su llanto, dejándome congelado

Volvió a removerse en la cama, dándome la espalda, ocultando su tristeza. ¿Solía llorar cuando me creia dormido? No sabia qué hacer, ni siquiera sabia qué quería. ¿Por cuánto tiempo ella escondió ese cariño que comenzó a aflorar durante todas esas noches? Siempre mostrándose profesional y fría cuando en realidadse estaba enamorando

Sentí lástima, no solo por ella, sino por mi, porque sabía que no podía tenerla, no de la forma que ella deseaba. Me recorri en la cama y rodeé su cintura, haciendo que sus sollozos se detuvieran y su cuerpo se pusiera rígido, tenía miedo de ser descubierta. ¿Qué le había hecho a esta criatura que le aterraba mi cercanía

Fingi estar dormido mientras escondía mi nariz en sus cabellos de fuego y la estrechaba con más fuerza, sus manos acariciaron mis brazos y su llanto se detuvo. El resto de la noche opté por confortarla en silencio, acunándola contra mi pecho, viéndola dormir y espantando sus pesadillas con caricias tiernas y besos fugaces, mientras me preguntaba si ella sería capaz de exorcizar los demonios de mi pasado antes de que yo terminara de consumir su inocencia

Me desperté más temprano que de costumbre, dejando dormir a Idris un poco más. Tuve que bañarme con agua fría para no volver a caer bajo los encantos de esa encantadora pelirroja con las sábanas enroscadas en sus largas piernas y esa espalda tersa que me invitaba a besarla. Si volvía a entrar a la cama, no saldría el resto del día

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Como en aquellas noches, llegamos al departamento que nos vio tantas veces entregarnos. Idris entró con paso tranquilo, ocultando su nerviosismo mientras su mirada se posaba en cada mueble con nostalgia. Me dediqué un momento para observar sus elegantes movimientos, sus tobillos finos, su cuello largo y delgado, su silueta delicada con curvas sutiles, pero cautivantes. Tenía una elegancia que parecía implícita en su piel, como si hubiera 

nacido con ella

A veces me preguntaba si no había comprado ese día en la subasta a una princesa perdida, abandonada por su reino en ese orfanato tan hostil

cucho

Cuando volteó hacia , me quedé paralizado por una fracción de segundo. El chico inseguro que había guardado en el fondo de mi alma se puso nervioso, porque sabía que una mujer asi jamás posaría sus ojos en él si no fuera porque la había comprado, porque la había manipulado al saber que estaba sola y necesitada, y no me arrepentía

Me acerqué lentamente a ella, acechándola, saboreándola con el simple hecho de verla. Retiré la estola de sus brazos y recorri su suave cuello hasta sus hombros, haciéndola estremecer. Deslice lentamente el cierre de su vestido y la tomé con fuerza por la cintura, pegándola a mi cuerpo, haciendo que su espalda chocara con mi pecho mientras mis manos ahora se concentraban en deslizar los finos tirantes por sus brazos, dejando que el vestido cayera al suelo, mostrándome su tersa piel aún cubierta por fina lencería de encaje que deseaba desgarrar

Giré su cuerpo para poder verla de frente. Su mirada evasiva, su timidez y esas mejillas sonrojadas, me enloquecieron. La tomé por los muslos, obligándola a que enrollara sus largas y tersas piernas alrededor de mi cintura y, escondiendo mi rostro en su escote, sintiendo la suavidad de sus pechos, la llevé hasta la habitación

Esta pelirroja era mi adicción, la única hembra que me enloquecia y me ponía duro. Mi cuerpo reaccionaba al suyo con facilidad, me consumía en fuego y lujuria, desesperado por poseerla, por escucharla gritar mi nombre hasta que su garganta se desgarrara

La despojé de la poca ropa que le quedaba, deslizándola por su suave piel, descubriendo ese fruto prohibido que tantas noches había saboreado. En cuanto estuvo completamente desnuda, me deshice de mi traje, desesperado por consumar mi lujuria. Cuando ella desvió el rostro hacia un lado, apenada y con la respiración agitada, la tomé por el mentón obligándola

verme

-¿Aún crees que una mujer como me vería si aún fuera ese hombre débil y patético? Ni siquiera sería digno de un solo beso tuyo -dije contra sus labios antes de besarlos y morderlos, provocando un gemido de dolor que me puso más brioso, buscando mi lugar entre sus piernas, intimidad y hundiéndome en ella

acariciando

Idris se aferró a mi cuerpo mientras sus piernas temblaban. Habían sido demasiadas noches: sin ella y no podía contener estas ganas que se habían juntado en todo ese tiempo. Quería fundirme en su cuerpo, sentirla mía, embriagarme con su aroma y llenarla de mi calor y deseo

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Apenas terminé de abotonarme la camisa cuando ella despertó, con su cabello ondulado hecho un caos, esa mirada perezosa y retorciéndose en el colchón, estirando sus extremidades. adoloridas. Tenia un aspecto tan dulce e inocente y al mismo tiempo tan sensual

-Liampronunció mi nombre con sorpresa al descubrirme admirándola. Era como ver a un soldado cuadrarse frente a su general. Buscó con la mirada el reloj, notando lo tarde que era y, de un brinco, salió corriendo hacia el baño, se le hacía tarde para ir a ver a Oliver Me imagino que tienes cosas que hacer… 

Se asomó por la puerta, luciendo su dulce rostro y esa melena roja que colgaba como una cascada de fuego

Puedes irte en el momento que quieras, yo puedo cerrar en cuanto me vaya agregó con una sonrisa tímida antes de regresar al interior del baño

Sin contestar, avancé hacia el pequeño comedor y me dejé caer en una de las sillas, mientras me sentía tentado a esperarla y acompañarla al hospital. ¿En verdad estaba cediendo? ¿Qué haria en el hospital? ¿Ver a ese niño moribundo que llevaba mi sangre y al cual nunca había podido llamar hijo?

Aún recordaba el día que Idris se presentó a la oficina, con sus ojos llenos de brillo y esperanza, y una sonrisa timida que fue recompensada con un ceño fruncido y una mirada asqueada. Si me concentró, aún puedo escuchar su dulce voz dándome la noticia: -Liam, estoy embarazada-, su sonrisa se hizo más grande, era tan pura y cargada de emoción, pero destrocé su alegría como si se tratara de aplastar hormigas con el pulgar

Sin decir ni una sola palabra, tomé el teléfono y comencé a marcar. -Agendaré una cita con el médico para que te practique un legrado en cuanto antes dije con frialdad, sin siquiera voltearla a ver, pero si noté por el rabillo del ojo como sus manos se posaron en su vientre, protegiendo al producto de nuestras noches febriles, retrocediendo asustada como si estuviera ante el monstruo más horrendo que alguna vez había visto

Con ojos llorosos y voz temblorosa, agarró valor y canceló todos mis planes. -Lo quiero tener No voy a abortar. Fue la primera vez que la vi débil y vulnerable, pero al mismo tiempo llena de valor. Había dejado a un lado su actitud fría y controlada, había dejado de ser ese robot que siempre me atendía y por fin parecía hecha de carne y hueso

-No me haré cargo de un niño que no deseo tener. Te he dicho que te cuides, porque no estaba dispuesto a aceptar esto dije fingiendo molestia, pero en realidad estaba asustado, creyendo que tener un hijo solo sería un obstáculo para seguir creciendo con mis negocios y planes. Si piensas tenerlo, será sola. Ni siquiera le daré mi apellido, ¿entendiste

Ahora que lo pienso, su rostro expresó fielmente cuanto dolor le causaron mis palabras en ese momento, aunque hizo un trabajo titánico para no soltar ni una sola lágrima. ¿Qué tan sola y miserable se tuvo que sentir en ese momento

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-Entiendo caracterizaba 

contestó desviando la mirada, buscando recuperar esa frialdad que la 

No llevará tu apellido y será solo mío. No pienso pedirte nada, solo que me 

permitas tenerlo

Acepté de mala gana y la obligué a firmar un contrato donde me hacía libre de cualquier responsabilidad hacia Oliver. Después de eso siguió trabajando, hasta que su vientre comenzó a ser visible, y le di un año completo para que tuviera al niño y lo cuidara las veinticuatro horas los primeros meses, en ese momento no lo hice por ser benevolente con ella, más bien para que los rumores de su labor como mi amante no aumentaran en la oficina. Si sabian que tenía un hijo mio, se volvería incontrolable la situación

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La Amante Secreta del CEO: Tengo a tu Hijo

La Amante Secreta del CEO: Tengo a tu Hijo

Score 9.9
Status: Ongoing Type: Author: Artist: Released: 1/9/2024 Native Language: Spanish
"La Amante Secreta del CEO: Tengo a tu Hijo" is a Spanish novel that translates to "The CEO's Secret Lover: I Have Your Son." It likely explores a romantic or dramatic storyline involving a CEO's secret affair and the revelation of a hidden connection with their child.

La Amante Secreta del CEO Tengo a tu Hijo

  Sinopsis Idris Doyle, al ser huérfana, decide quedarse al lado del hombre que se muestra como su salvador, Liam Blake, un poderoso millonario y CEO de una empresa farmacéutica, convirtiéndose en su asistente personal y no solo eso, en la mujer que calma sus pasiones, la dueña de su lujuria, bajo la promesa de que no involucrarán sentimientos y placer. En algún momento Liam, ese hombre tan frío durante el día, pero pasional al llegar la noche, fue un joven noble de dulces sentimientos que creía en el amor y en su pasión por la escritura, pero una mujer cruel le rompió el corazón, haciendo que perdiera las ganas de volver a entregar su corazón y olvidándose así de sus sueños. ¿Idris podrá rescatar al hombre dulce que vive dentro de Liam o se volverá una víctima más del frío y cruel CEO? Juraron no involucrar el corazón en sus negocios, pero el amor es más fuerte que la razón y el fruto de sus pasiones será motivo suficiente para luchar por una segunda oportunidad de ser felices.

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