Capítulo 16: El collar de la abuela
IDRIS DOYLE
Usa el collar de tu abuela y no dejes que nadie te diga nada. Si preguntan, yo te lo estoy prestando agregó el señor Harrison levantando mi mentón para que lo luciera con orgullo
-Solo cuidalo mucho, pues es de las pocas cosas que me quedan de ella.
-Así lo haré… contesté para después tomar su brazo y juntos ir al enorme salón donde la fiesta se estaba llevando a cabo.
Justo en la entrada, pude ver a Liam, con ese traje negro tan elegante y un gazné rojo que combinaba a la perfección con mi vestido, era como si estuviera vestido para acompañarme durante la fiesta, o eso hubiera pensado si no hubiera descubierto a Annie a su lado, con el mismo modelo de vestido que había escogido en aquella tienda donde me fue tan mal. Para ser sincera, a mi se me veía mejor que a ella.
Herida, triste, pero cómoda al lado de mi elegante compañero, avancé entre la gente, escuchando los susurros que comenzaban a rodearnos
-¿Te das cuenta? -preguntó el señor Harrison con una sonrisa. Están hablando de
nosotros.
-Sabía que no podía ser nada bueno.
Si, supongo…-Sabía que
Sé que me tienen envidia por tener una compañera tan bonita–agregó divertido.
-No creo que… estén diciendo eso.
-Claro que sí. ¿Qué otra cosa podrían decir? Te ves espectacular.
No pude evitar sonreír, enternecida por sus dulces palabras.
-¡Señor Harrison! Espectacular fiesta la que me ha organizado…
Se acercó un hombre joven y sonriente, con una mirada avellana que de inmediato se clavó en
mi, haciendo que su sonrisa cambiara por una expresión de asombro.
-¡Ethan! ¡Qué gusto tenerte de regreso!-contestó el señor Thomas acercándose al joven para abrazarlo. Te quiero presentar a mi asistente personal y mi nieta recién adoptada, Idris Doyle.
El joven se acercó con fascinación, intimidándome con su mirada cargada de asombro y me ofreció su mano. Cuando crei que solo recibiría un apretón, acercó mi extremidad hasta sus labios, depositando un tibio beso en el dorso.
-Ethan Marshall, es un placer -dijo sin despegar su mirada de mi rostro, haciéndome
sonrojar.
+25 BONOS
–Ethan es un contador de renombre y he dejado en sus manos los números de la empresa familiar agregó el señor Thomas notando, como yo, que Ethan no parecía descoso de soltar
mi mano.
Ethan… veo que conociste a la asistente de mi abuelo… -dijo Liam acercándose con esa sonrisa rigida y fuego en sus ojos, pasando su mirada de nuestras manos entrelazadas al rostro de Ethan.
-Liam, es bueno verte de nuevo. Quise acercarme a saludarte, pero estabas con tu prometida y no quise interrumpir–contestó Ethan con la misma arrogancia y alegría fingida.
Después de un momento de tensión y un silencio profundo donde solo se sentía la rivalidad entre ambos, el señor Thomas decidió que lo más apropiado era sacarme a bailar, y con gusto lo seguí. En la pista fuimos la comidilla de todos. Era claro que más de uno sospechaba que mis intenciones hacia el señor Harrison eran turbias, pero me conformaba con saber que, para él, yo me estaba convirtiendo en su nieta consentida.
-Ya estoy muy viejo para esto, pero creo que hay un jovencito atractivo que le encantaría bailar contigo -dijo el señor Thomas después de la primera pieza.
Cuando seguí su mirada noté que Ethan se acercaba gallardo y con la frente en alto, luciendo esa sonrisa cargada de confianza. -¿Me permite bailar con su encantadora asistente? preguntó sin despegar sus ojos de los míos.
-¡Por supuesto! No dejes que Idris se aburra junto a este anciano, llévala a bailar contestó el señor Thomas gustoso.
Mientras nos movíamos por la pista, no tardé en notar la mirada inquisitiva tanto de Liam como de Annie y, durante la velada, choqué con ella mientras ambas girábamos por la pista.
-¡Ups! ¡Lo siento, cariño! -dijo con una sonrisa fingida, a la cual correspondí de la misma
manera.
¿Problemas con la prometida de Liam? -preguntó Ethan divertido.
-Creo que no le caigo bien–contesté apenada, desviando la mirada.
-Descuida, a ella nadie le cae bien. Me sorprende que esté de regreso después de lo
que
hizo.
Qué hizo?-pregunté confundida, poniéndole toda mi atención.
Cuando me comentó la tragedia que ocurrió ante el altar el día de su boda, me quedé sorprendida. ¿Eso había terminado de mandar al lado oscuro a Liam? Era justificable, Annie había sido la mujer que más había amado y lo despreció y humilló frente a todos. Eso solo me dejaba en claro que Liam la amaba más de lo que aparentaba, ¿Qué hombre en su sano juicio perdonaba algo tan ruin? Solo uno enamorado.
-Lamento si mi plática no fue de tu agrado -dijo Ethan apenado por mi semblante
+25 BONOS
-No, descuida… contesté posando mi mano sobre mi pecho, buscando por inercia la joya que colgaba de mi cuello, pero mi estómago se retorció cuando noté que ya no estaba.
Comencé a pasear la mirada por la pista, temiendo que se hubiera caído y la hubiera pateado, o alguien la hubiera pisado. Esa joya no se podía perder. Ignorando la presencia de Ethan, me alejé, comenzando a buscar por el piso y en cada recoveco.
-¿Todo bien? -preguntó detrás de mí.
-No… el collar se me cayó… -dije angustiada y con manos temblorosas. Cuando levanté la mirada me encontré con la sonrisa gentil del señor Thomas y me dieron ganas de llorar.
Y
-¿Cómo que no encuentras el collar?-preguntó angustiado una vez que le expliqué. Estaba tan apenada con él que no podía ni siquiera verlo a la cara.
-¡Esto debe de ser una broma! ¡¿Cómo pudiste perder algo tan importante?! -agregó Annie viéndome con reproche-. ¡Eres una tonta!, o tal vez te lo quieres robar.
-¡Yo jamás le robaría al señor Thomas! -exclamé furiosa. Estaba cansada de su constante sabotaje.
-No puedo dejar que ese collar se pierda… -dijo el señor Harrison pesaroso-. Tendré que pedir a los invitados que acepten ser revisados antes de salir de esta casa. No quería hacer algo así, tan humillante, pero ese collar vale demasiado
para mí.
Lo siento tanto -dije apretando los dientes para evitar llorar-. No quise…
-Eres una m*****a hipócrita dijo Annie al mismo tiempo que la veia revisar mi bolso, y ladrona. -Sacó el collar, mostrándolo como trofeo.
-No… Eso no es cierto… Yo no… Me acerqué corriendo a mi bolso, pero ella lo alejó de mi.
-¿Qué planeabas hacer con él una vez que el señor Harrison se diera por vencido? ¿Lo ibas a vender? – agregó Annie disfrutando del momento.
-No… Yo no lo metí en mi bolso… ¡Soy incapaz de hacer algo así! -insisti frente al señor Harrison quien veía escéptico la prueba del delito en manos de esa bruja-. Tiene que creerme, no fui yo, no lo metí en mi bolso… lo tenía en mi cuello cuando desapareció, lo juro.
לד
+25 BONOS