La Amante Secreta del CEO: Tengo a tu Hijo Capítulo 24
Capítulo 24: La noche más aburrida de su vida
IDRIS DOYLE
-¿Qué ocurre? -pregunté mientras intentaba mantener el paso de Ethan dentro de los pasillos del hospital.
-Buenas noticias… -dijo sin bajar la velocidad, hasta que de repente se detuvo en seco y giró hacia mí, haciendo que chocara con él. ¡Encontré un donador para Oliver!
Su noticia me paralizó e hizo que todo dentro de mi se retorciera al mismo tiempo que mi corazón se agitaba.
-¿No estás feliz?-preguntó desconcertado.
-¿Estás hablando en serio?
-¡Muy en serio! Encontré a uno de los cuarenta y tres, lo contacté y aceptó ser el donador de Oliver. ¿No es genial?
Exploté en alegría y lo abracé con fuerza. No podía creerlo, era un milagro. Cuando quise
disolver el abrazo, noté que Ethan no estaba muy seguro de querer soltar mi cintura. Sus ojos se clavaron en los míos y su rostro se enserio.
-Te ves hermosa sonriendo de esa forma dijo con ternura, no solo haciendo que me sonrojara, sino que también me incomodara un poco.
-¿Señora Doyle?-preguntó el doctor de Oliver, justo a tiempo, haciendo que el abrazo se disolviera. Me imagino que ya le dieron la buena noticia.
-¡Sí! ¡Esto es maravilloso! -exclamé emocionada.
-El donador para Oliver llegará en estos días, quiere conocer al niño y a usted antes del procedimiento. Es un milagro agregó el doctor, expresando su alivio.
–
-¡Es fantástico! ¡No sabes qué alegría me da saberlo! -dijo el señor Harrison, de nuevo con esa risa que terminó convirtiéndose en un acceso de tos- Ethan es un buen chico y muy dulce cuando se lo propone.
-¡Vaya! ¿Se puede saber que hizo de maravilloso el buen Ethan? -preguntó Liam entrando al comedor con su arrogancia e insolencia de siempre.
—Liam, qué bueno verte, no creí que vendrías a visitar a tu viejo abuelo dijo el señor Harrison viendo con desaprobación a su nieto-. Al ser un hombre comprometido, me imaginé que preferirías cenar con tu futura mujer.
-No es de mis pasatiempos favoritos contestó dedicándome una mirada molesta-.
+15 BONUS
–Consiguió un donador para Oliver–respondi malhumorada, sintiéndome fuerte al lado del señor Harrison-. Para mí, efectivamente, esa es una gran hazaña.
-No fue para tanto, solo tuve que hacer unas llamadas… contestó Ethan apenado, como si el peso del crédito fuera demasiado, mientras que Liam lo veía con un profundo odio. ¿No debería de estar feliz porque su hijo podrá recuperar la salud? Bueno, si tan solo lo quisiera un poco, tal vez sí.
LIAM BLAKE
-¡Vaya! Todo un héroe… ¿De dónde sacaste al donador?-pregunté con los dientes apretados.
De Irlanda, de hecho… contestó Ethan desviando la mirada-. Ya viene en camino y pronto Oliver estará bien.
Gracias, Ethan–dijo Idris con sinceridad y mi molestia aumentó
Estaba recibiendo los honores de mi propio plan para curar a mi hijo. ¿Cómo había logrado contactar a ese donador mucho antes que yo?
-Si en verdad me quieres agradecer, entonces… acepta salir conmigo, Idris —dijo Ethan con esa mirada de perro atropellado.
¡Esa era la gota que había derramado el vaso! Ese imbécil se estaba tomando muchas libertades, acercándose a la mujer que me pertenecía.
Vamos, Idris… Has pasado tanto tiempo cuidando de Oliver y de mí, que te mereces un descanso -dijo mi abuelo, apoyando a Ethan.
-Por favor insistió mi contrincante tomando su mano, aumentando la miseria en su
mirada.
¡Carajo! ¡No lo hagas, Idris! ¡Recházalo! ¡Humillalo! m
-Supongo que está bien–contestó por fin, apuñalándome con sus palabras. Creo que hay que festejar que pronto mi bebé sanará.
Sin poder evitarlo, golpeé la mesa antes de levantarme furioso y salir del comedor, sin intenciones de seguir presenciando tan grotesca relación entre Ethan e Idris. Ella era mía y parecía buscar cualquier pretexto para acercarse a ese imbécil.
Al salir de la mansión, me acerqué a Clark, furioso y ansioso por una explicación. ¿Por qué Ethan consiguió más rápido al donador que yo?
¿Cómo? ¡No lo sé, señor!-contestó sorprendido y aterrado.
-Logró que el mismo donador irlandés en el que habíamos pensado, venga para donarle
+15 BONUS
-¡Sí, señor! –contestó abriendo la puerta para mí.
-También quiero saber a dónde llevará a Idris a cenar dije con malicia antes de entrar al
auto.
IDRIS DOYLE
No estaba acostumbrada a esta clase de lugares tan lujosos. El restaurante era imponente y hermoso, y aunque se manejaba por reservación, Ethan contaba con la benevolencia del «<host ». La gente que nos rodeaba lucía ropa fina y joyería, las mujeres eran hermosas y casi perfectas, y los hombres parecían tan adinerados. De nuevo me sentía incómoda, como si no encajara en esta clase de ambiente y las miradas que me seguían solo empeoraban la situación.
-Te ves hermosa…-dijo Ethan en mi oído al notarme inquieta-. Eso es lo que pasa, las mujeres envidian tu belleza y los hombres han caído prendados de ella. Tengo mucha suerte de ser el elegido para compartir esta noche contigo.
-Creo que exageras–contesté mientras me ayudaba a sentarme a la mesa para dos.
Parecia apenado y desvió la mirada.
No lo creo… Solo… Estoy fascinado con tu belleza. Idris, yo sé que no nos conocemos de mucho tiempo, pero…
-¡Ethan Marshall! -exclamó Liam acercándose como todo un pavorreal, llamando la atención de todos mientras su asistente lo acompañaba, cariñosa y coqueta- que no nos vemos?
¿Hace cuánto
-De hecho, no se han cumplido ni siquiera veinticuatro horas–contestó Ethan de malhumor
Encantadora señorita la que te acompaña, ¿dónde está tu prometida?
-¿Les importa si nos sentamos con ustedes? -agregó Liam ignorando a Ethan.
La mesa es solo para dos, no hay espacio…
-No te preocupes, Ethan, podemos juntar mesas. Con un movimiento de muñeca hizo que un par de meseros se acercaran.
-Eso no creo que se pueda en este lugar… -Antes de que Ethan terminara su frase, los meseros pegaron otra mesa a la nuestra y acomodaron un par de sillas, haciendo que Liam se sentara a mi lado, volviendo del momento algo sumamente incómodo.
-Todo se puede en esta vida, con el dinero necesario–contestó Liam con arrogancia, demostrando que su único valor consistia en el poder adquisitivo.
En ese momento comenzó a sonar una melodía lenta y cadenciosa que calmó un poco los ánimos en la mesa. Esta noche sería complicada.
+15 BONUS
¿Bailamos?-preguntó Liam ofreciéndome su mano.
Ah… Yo creo que….
No terminé de responder cuando me arrastró hasta la pista de baile y me dio una vuelta antes de jalarme hacia él, haciéndome chocar con su pecho y tomándome con fuerza de la cintura para que no pudiera alejarme-. ¿Qué se supone que estás haciendo? Estás arruinando mi velada con Ethan.
-¿Eso te molesta mucho? -preguntó clavando sus hermosos y profundos ojos azules en mi rostro. No lo parece, por el contrario, me atrevo a decir que te estoy salvando de la noche
más aburrida de tu vida.