Capítulo 28: El juego se acabó
IDRIS DOYLE
Llegué arrastrando los pies a la mansión Harrison, Tina llevó a Oliver a su habitación, quien buscaba mi mirada. Parecía más preocupado por mí que por sí mismo. Intenté sonreirle, pero solo pude ofrecerle un espasmo de mi mejilla en un esfuerzo por levantar las comisuras de mil boca.
De pronto una voz irritante, como arrastrar las patas de una silla, irrumpió el silencio. -¿Qué hace ese niño moribundo entrando a la casa? -Se trataba de Annie quien veía a lo lejos como
llevaban a Oliver.
-Ese niño, es mi hijo…-dije entre dientes, volteando hacia ella con la mirada llena de odio ¡No te atrevas a hablar así de él! ¡No permitiré que le hagas daño ni que te escuche hablar de esa forma, m*****a bruja!
¿En verdad te atreves a llamarme así? Da gracias que no te expuse, que no le dije el verdadero trabajo de «mami»-agregó con la frente en alto-. La amante, la mujer que Liam escondia de todos, porque a los hombres como él, les da vergüenza mostrar a mujeres como tú, desechables y reemplazables.
>>Que triste tu vida, siendo la diversión de un hombre que prefiere estar conmigo y mostrarme al público, declarando su amor por mi delante de todos. -Levantó su mano, luciendo el lujoso anillo de compromiso.
-¿Cuántas veces te ha dicho al oído que te desea, mientras te desnuda? ¿Cuántas veces ha besado lunares, por muy escondidos que estén? ¿Cuántas noches no has podido dormir, víctima de su ferocidad y lujuria? -pregunté con media sonrisa, conteniendo mis ganas de arrancarle la cabeza-. Mientras tú te diviertes gritándole al mundo que eres su prometida, está entre mis sábanas, llenando mi piel de besos y caricias.
él
Pude ver el fuego en sus pupilas, la habia herido, y lo demostró levantando la mano contra mí, abofeteándome en un intento desesperado por silenciarme. Cuando estaba dispuesta a darle un buen golpe, alguien nos interrumpió con un grito agudo y molesto: ¡No te atrevas a tocarla! -exclamó la madre de Liam poniéndose entre las dos. Annie está embarazada y no puede. pasar corajes por culpa de mujeres como tú.
-¿Embarazada? -Me quedé sin aire y de pronto vi a Liam salir detrás de ellas, con ese gesto
frío y apático.
Así es, Idris contestó el señor Thomas que no parecía muy gustoso de la situación. La boda entre Annie y Liam tendrá que adelantarse. No quiero que piensen que mi nieto tuvo un hijo fuera del matrimonio.
Qué irónico. ¡Si supiera!
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Hace bien–agregué con los ojos llenos de lágrimas, sin despegar la mirada de Liam-. Creo que es momento de que el señor Blake siente cabeza y deje los excesos atrás. Apuesto a que será un gran esposo y un muy buen padre.
Liam se acercó, ignorando a todos alrededor y pasó su indice por mi mejilla, recogiendo esa lágrima traidora que había delatado mi dolor. Tenemos que hablar -dijo en un susurro, pero negué con la cabeza, retrocediendo herida. No sabía qué me causaba más dolor, mi pequeño Oliver o que Liam me reafirmara lo poco que le importaba.
-Felicidades, señor Blake, le deseo un matrimonio muy feliz contesté sin ganas de seguir soportando esto y emprendí el camino hacia el cuarto de mi bebé.
Y
LIAM BLAKE
Annie aseguraba estar embarazada, me mostró las pruebas de embarazo que lo confirmaba, mi madre parecía defenderla a capa y espada, creyendo en ella más que en mí.
y
Por su parte, mi abuelo no parecia muy convencido de querer que Annie fuera parte de la familia, pero tampoco permitiría que el niño naciera fuera del matrimonio. -Tienes que responder como el hombre que eres, Liam había dicho, decepcionado de mí, sin saber que llevaba meses cuidando de su primer bisnieto sin saberlo.
El rechazo de Idris solo empeoró la situación. ¿Cómo se atrevía a hablarme de esa forma? Fui detrás de ella, ignorando los gritos desesperados de mi madre mientras intentaba consolar a Annie, y justo en la puerta de la habitación de Oliver detuve a Idris y la puse contra la pared, evitando que entrara.
¿Qué más quieres de mi, Liam? ¡Ya déjame en paz! ¡Tu prometida está embarazada! Tu juego se acabó, por lo menos conmigo dijo con labios temblorosos y ojos llorosos-. Quiero creer que aún me merezco algo lindo y constante, y mientras estés a mi lado, asediándome, jamás lo conseguiré, jamás encontraré a un hombre que en verdad me ame si tú estás detrás de mí como mi sombra.
-¿Eso quieres? ¿Eso es lo que en verdad deseas? -pregunté tomando su rostro con una mano, obligándola a decírmelo de frente-. ¿Tanto deseas encontrar a otro hombre?
-¿Qué tan infeliz debo de ser para que te sientas satisfecho?
-Idris…
-No soy especial para ti, soy reemplazable y desechable… Ahora puedes estar con la mujer de que has vivido enamorado toda la vida. Ella te dará un hijo legítimo que no te avergüence, que no esté enfermo… Tendrás un niño sano al cual presumir y una mujer hermosa
que podrás presentar como tu esposa. Podrás dejar de esconder amantes debajo de tus sábanas.
Estaba tan rota que me sorprendía que yo fuera el causante de tanto dolor. Cuando me asomé a
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-Pensé que hoy lo
espalda pegada a la pared.
-dije en un susurro y entonces Idris se resbaló con la
-Kyle se accidentó… Está luchando por su vida en cuidados intensivos y el doctor no sabe cuánto tiempo estará delicado. Pueden ser meses o años… Oliver no tiene ese tiempo -dijo en un susurro antes de cubrir su rostro con sus manos. La vida de mi hijo se me va como agua,
por
más que luche no puedo contenerla. Cada esperanza, cada golpe de suerte se convierte en cenizas. Estoy perdiendo al único hombre que me ha visto con un amor puro y sin malas intenciones.
>>Oliver es la única persona en este jodido y podrido mundo que me ama con mis defectos y me acepta. El único hombre al que he podido amar sin resultar herida. Es mi única familia y lo estoy perdiendo.
Idris… Jamás la había visto asi y cuando quise tomarla del brazo para ayudarla a levantarse, se sacudió como si mi tacto la quemara.
-No me toques… -dijo tragando saliva y viéndome llena de furia, dejando caer cada pesada y cálida gota por sus mejillas-. Ya me cansé de esperar que me veas como algo más que un estúpido mueble. Al diablo tu tonta regla de no enamorarme, yo si lo hice y ahora tengo que cargar con un corazón roto y un hijo enfermo, sola. Porque para ti no existo a menos que estés aburrido y quieras encontrar a alguien a quien molestar o follar.
-Ya basta–contesté entre dientes, tomándola por los brazos y pegándola a la pared. Las
cosas no son como crees.